Miedo vecinal en Massamagrell tras la okupación de cuatro adosados

Los vecinos lamentan la sensación de «inseguridad» porque uno de los ocupas «tiene antecedentes penales por casos de violencia

Denuncian que «se está haciendo negocio» porque se están «vendiendo» las casas a otras familias vulnerables

La Sareb lleva el caso a los tribunales al no detectar situación de vulnerabilidad entre los ocupantes

Parte de los adosados que han sido okupados en Massamagrell.

Parte de los adosados que han sido okupados en Massamagrell. / Loyola Pérez

Abraham Pérez

Abraham Pérez

Desde hace dos semanas la vida de los vecinos de la calle Ametller de Massamagrell se ha visto alterada por la ocupación de cuatro viviendas unifamiliares. Y es que además del temor a que este fenómeno se pueda expandir por la zona y pueda llegar a afectar a otras propiedades, los vecinos denuncian sentirse «inseguros y vulnerables porque se trata gente de dudosa reputación». 

Así lo ha lamentado una de las afectadas, que prefiere omitir su nombre por temor a represalias. La mujer explica las viviendas, ubicadas en el barrio de la Magdalena de esta localidad de l’Horta Nord, son propiedad de la Sareb y que antes de que varias familias accedieran de manera ilegal a los adosados, estos se encontraban tapiados. De hecho, la antigua propiedad llegó a contratar a un vigilante de seguridad para prevenir lo que ahora ha pasado, pero tras adquirir los activos el banco malo se dejó de contar con estos servicios.

Ocupadas a plena luz del día

Según relata esta misma mujer, la ocupación de los unifamiliares se produjo hace unas semanas por parte de un hombre que ya residía en el municipio, y que antes ya había ocupado un bajo en el edificio contiguo «pero se les desalojó rápidamente porque en ese caso la vivienda sí que tenía propietario». Así, al parecer este mismo hombre optó por ocupar los unifamiliares «porque estaban tapiados y sabían que eran propiedad de la Sareb, y que eso les iba a permitir estar más tiempo».

Y no solo eso, ya que según desliza «el hombre está haciendo negocio ya que está actuando como agente inmobiliario ‘vendiendo’ el resto de las casas». Una práctica lógicamente ilegal, pero muy habitual (de hecho, este diario ya relató una situación similar en un bloque de viviendas en Quart de Poblet), en la que una mafia recibe dinero a cambio de dar las llaves de viviendas abandonadas en las que pueden permanecer hasta que la Justicia obliga al desalojo. 

Sabemos que es gente conflictiva y tememos que puedan traer robos, vandalismo o drogas", denuncia una vecina

«Primero ocuparon uno y se quedaron en él y a los pocos días empezaron a tirar las tapias del resto de las casas», explica otra de las vecinas afectadas, que denuncia además la inmunidad con la que están actuando «porque es que están ocupando las viviendas a plena luz del día sin esconderse y encima están tirando los escombros de las tapias en el solar que hay justo enfrente».

«Tenemos miedo por los niños»

La mujer aclara que por el momento no han tenido que lamentar ningún enfrentamiento con los okupas «porque cuando vemos algo raro enseguida llamamos a la Policía Local y la Guardia Civil». Con todo, reconoce la «angustia» que le está provocando esta situación «porque no sabemos qué va a pasar, pero tememos que esto pueda traer robos, vandalismo y drogas a la zona». A este respecto, cuenta que el cabecilla «es una persona conocida en el pueblo porque es problemática y cuenta con antecedentes penales que ha salido de la cárcel por un caso de violencia».

Parte de las viviendas okupadas en Massamagrell.

Parte de las viviendas okupadas en Massamagrell. / Loyola Pérez

Asimismo, otro de los afectados teme que la ocupación de las viviendas «pueda devaluar la zona», y lamenta que, a pesar de ser una zona tranquila donde los niños podían jugar en la calle «ahora no queremos que salgan porque tenemos miedo a que les puedan hacer algo». Además, cuenta que varios vecinos han renunciado a irse de vacaciones por temor a que puedan asaltar sus viviendas, e incluso uno de los inquilinos que vive en el edificio contiguo ha pedido a su casero rescindir el contrato «porque no quiere vivir en una zona con problemas».

El ayuntamiento estudia el caso

Ante esta situación, los vecinos solicitaron una reunión con el Ayuntamiento de Massamagrell para pedir medidas. Un encuentro que se produjo este miércoles y del que salieron «con buenas sensaciones porque nos han trasladado su intención de actuar dentro de sus competencias, como reforzar la presencia policial y trabajar codo con codo con la Sareb para agilizar los trámites».

Un encuentro que la propia alcaldesa de Massamagrell, la popular Pilar Peris, ha confirmado a este diario que se produjo «para intercambiar información con los vecinos», para a partir de este punto, y dentro de las competencias municipales en este asunto «con lo que nos han transmitido vamos a empezar a tomar medidas», aunque no ha especificado cuáles.

No se ha detectado vulnerabilidad

Por su parte, fuentes de la Sareb consultadas por Levante-EMV han confirmado la ocupación de estos cuatro activos, una situación que ya ha sido denunciada al no hallar situación de vulnerabilidad entre los ocupantes. Según han explicado estas fuentes, el banco malo se hizo con la propiedad del lote completo de unifamiliares, compuesto por siete adosados, en junio de 2023.

«Cuando las adquirieron tres de ellas estaban alquiladas, y esos alquileres se han subrogado. Las otras cuatro estaban vacías, que son las que se han ocupado ilegalmente. Tras tener constancia de ello se hicieron los estudios de vulnerabilidad y no se ha detectado, por lo que se ha iniciado la vía judicial para recuperar estos activos», aseguran desde la gestora de activos.

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