Vecinos alertan de nuevas okupaciones en Massamagrell

Los residentes en el barrio de la Magdalena denuncian que en los últimos días se han producido nuevos asaltos y elevan la cifra de viviendas ocupadas hasta «al menos una decena»

Reclaman mayor presencia policial para controlar la situación y estudian medidas para protestar «por el abandono que sufre desde hace años el vecindario»

Los okupas derriban a martillazos las tapias que impiden el acceso a las viviendas.

Los okupas derriban a martillazos las tapias que impiden el acceso a las viviendas. / LEVANTE-EMV

Abraham Pérez

Abraham Pérez

«La cosa está empeorando y no sabemos hasta qué punto va a llegar». Es el grito desesperado de una de las vecinas del barrio de la Magdalena de Massamagrell que desde hace unas semanas ha visto mermada su calidad de vida debido a la llegada de varias familias de okupas que han asaltado distintos unifamiliares de este vecindario de la localidad de l’Horta Nord.

«La Sareb dice que son cuatro, pero es que son muchos más», asegura esta mujer, que eleva la cifra de inmuebles asaltados hasta «al menos una decena». Cabe destacar que se trata de una cifra que se aleja de la oficial, pues desde la gestora de activos, propietaria de los inmuebles ocupados, aseguraban a este diario tener constancia de cuatro ocupaciones, una situación que además ya había sido denunciada tras analizar la situación de las familias y detectar que no había indicios de vulnerabilidad.

El jueves asaltaron otras viviendas

Los vecinos atribuyen el baile de cifras a que los asaltos se están produciendo en otras calles del barrio próximas a este bloque de adosados. Además, alertan que en los últimos días se han producido nuevas ocupaciones, «las últimas entre el jueves y el viernes», una de ellas por parte de una familia en la que hay dos menores de edad, según apunta una de las vecinas.

Una de las últimas viviendas asaltadas en Massamagrell.

Una de las últimas viviendas asaltadas en Massamagrell. / LEVANTE-EMV

En este sentido, la mujer lamenta que a pesar de las constantes denuncias ante la Policía Local y la Guardia Civil, y de la reunión mantenida con la alcaldesa de Massamagrell, Pilar Peris, en la que asegura que se acordó reforzar la presencia policial «la cosa está yendo a más y aquí no para de venir gente». Una situación que le ha llevado a plantearse a vender su vivienda o ponerla en alquiler «porque es que no sabemos qué va a pasar ni cuánto tiempo vamos a tener que estar aguantando esta situación».

«Lo peor de todo es la suciedad»

«Lo peor de todo es la suciedad. Esta mañana había un microondas tirado en medio de la acera. Ayer una bolsa de basura. ¿Qué va a ser lo próximo? ¿Hasta cuándo?», se pregunta, mientras reconoce el temor a que los ocupas «roben en los trasteros».

Restos de escombros de las tapias que bloquean el acceso a las viviendas.

Restos de escombros de las tapias que bloquean el acceso a las viviendas. / LEVANTE-EMV

No es la única que denuncia la sensación de inseguridad y de insalubridad, pues otra de las vecinas añade las molestias por el ruido que generan: «llevo muchos años viviendo aquí y antes escuchaba el sonido de los pájaros y ahora estoy todo el día escuchando rumbas». La mujer, que vive muy próxima a varias de las viviendas asaltadas, lamenta el ruido constante de los martillazos «porque la mayoría de las casas que están ocupando están tapiadas, pero vienen con el martillo y se ponen a derribarlas para acceder a las casas, y encima tiran los escombros en el solar de enfrente. Es que ni se esconden». 

Estudian hacer una cacerolada

La mujer asume que tendrá que aprender a convivir con esta situación:«no me queda otra porque a mi edad ya me dirás donde voy a ir». Con todo, no cesa en alertar a los cuerpos de seguridad «porque es que es lo único que podemos hacer. Llamar y denunciar».

Antes escuchaba el sonido de los pájaros y ahora solo se escucha rumba todo el día" lamenta una vecina

Para abordar la situación, los vecinos han organizado una junta de propietarios mañana por la tarde. Asimismo, apuntan a que «estamos planteando hacer una cacerolada o algún tipo de acción reivindicativa para ver si nos hacen más caso». En este contexto, denuncian el «abandono histórico» de este barrio. «Siempre ha estado dejado de la mano de Dios. Somos la zona marginal y no es justo, porque nosotros pagamos nuestros impuestos igualmente». Es por ello que advierten: «Vamos a hacer lo que haga falta para que actúen porque es que si no los okupas nos van a comer el terreno».

Los okupas derriban las tapias que impiden el acceso a las viviendas a martillazos.

Los okupas derriban las tapias que impiden el acceso a las viviendas a martillazos. / LEVANTE-EMV

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