La Pobla descubre que el club de jubilados de la playa está enganchado a la luz

Menuda sorpresa se llevaron los operarios cuando fueron a resolver el fallo de varios aparatos eléctricos en el club Intergeneracional Llar del Jubilat instalado en la Playa de La Pobla de Farnals, entre las calles Lepanto y La Costera, y al intentar desconectar la corriente eléctrica se dieron cuenta que el edificio no tenía un contador propio, sino que estaba enganchado al alumbrado público.

Según cuenta el alcalde Enric Palanca, desde que se fundó este edificio hace 30 años como guardería para los residentes de la zona costera, y más tarde como club de jubilados, siempre ha recibido la luz eléctrica del sistema público destinado principalmente a las farolas. Aquí el problema es que el cuadro que suministra de luz a las farolas principalmente no soporta un alto voltaje, y esto hacía que cuando el club conectaba varias aparatos eléctricos a la vez, por ejemplos los aires acondicionados y la cocina, fallaban.

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Tras descubrir el error, el Ayuntamiento de la Pobla de Farnals ya lo ha subsanado, dotando al Hogar con un suministrador eléctrico propio. “Ahora, este edificio construido hace más de treinta años, tendrá un contador de luz autónoma con mayor capacidad que la red de alumbramiento, diseñada para la potencia de las farolas y no para el funcionamiento de una cocina moderna”, explica el primer edil. No es la primera vez que ocurre algo parecido. Ya hace años, cuando el PSPV entró en el gobierno, descubrieron que el centro cívico del casco urbano seguía conectado a un contador provisional de obra.

Aunque el Hogar del Jubilado de la playa de La Pobla de Farnals es municipal, dispone de un bar privado a través de una concesión, que son los que deben hacer frente al pago de la luz eléctrica que se gaste dentro de la cocina, donde se ofrecen comidas a los jubilados y pensionistas que acuden.

"No escondemos los errores"

Según apunta el alcalde, este “error” se suma a otros detectados en edificios públicos de la localidad de l’Horta Nord, que se inauguraron hace décadas sin tener la pertinente licencia de actividad, y que poco a poco van saliendo a la luz y el consistorio va subsanando. “Esto es progresar”, indica Palanca, quien aclara que su gobierno "no esconde debajo de la alfombra los problemas que encuentra, sino que los sacamos a la luz y los arreglamos, aunque a veces parezca que vamos hacia atrás, en verdad avanzamos", concluye.