Coherencia cero

Carmen Capilla

Mira que es difícil decir una cosa y su contraria en una misma oración. Pues el Sr. Feijóo lo hace día sí, y día también, con un descaro fuera de lo común. Pide que gobierne la lista más votada, siempre y cuando sea la suya, porque si no es así, no se ruboriza ni un poquito cuando junto con VOX, le arrebata el gobierno al partido socialista, en aquellos municipios donde el partido de Sánchez ha sido la lista más votada.

Con toda su jeta pide ahora que los socialistas les faciliten sus gobiernos, porque si no lo hacen, el pactar con VOX ya no es responsabilidad suya, se siente, sino de los demás, y se queda tan a gusto, y mientras tanto ese monstruo que anda engendrando con los del yunque, toma forma con una rapidez vertiginosa, cuando todavía el eco de que no iban a gobernar con la ultraderecha resuena con nitidez en los oídos de algunos, mientras que otros hacen oídos sordos.

En Valencia tenían mucha prisa. El señor Mazón no quiere perder ni un segundo en cargarse la estabilidad lingüística de la Comunitat Valenciana arguyendo que proteger las lenguas minorizadas supone un atentado contra la libertad, emulando a la supercalifrástica señora Ayuso. ¿La libertad de quién? Sin duda la suya propia y en beneficio propio como buen zaplanista, porque según parece, aunque nació en el Mediterráneo, no tuvo la oportunidad de estudiar en el colegio a Ausiàs March, autor al que probablemente desconoce o le suena poco. Parece ser que él es más de cantarle al sol que al mar. Así que ahora a esperar que el viento de tramuntana no se ensañe con nosotros. Carmen Capilla. VALENCIA