Fin a los conflictos en el Marjal de Pego: permutas para sacar las parcelas privadas del área de máxima protección

La concentración parcelaria, que la conselleria de Agricultura podría culminar ya el próximo año, da seguridad jurídica a 931 propietarios

El río Salinar, en el corazón del Marjal de Pego-Oliva

El río Salinar, en el corazón del Marjal de Pego-Oliva / Levante-EMV

Alfons Padilla

Alfons Padilla

El puzle por fin encaja. Y no ha sido fácil. La concentración parcelaria en el Marjal de Pego comenzó en 1970. No avanzó. Además, en 1994, al declararse el humedal parque natural, se suspendió hasta que se aprobara el Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN). En 2004, salió adelante el PORN, pero la concentración seguía empantanada. Era comprensible el cabreo de los propietarios cuyas tierras habían quedado dentro de la zona de máxima protección. No podían ya cultivarlas. Ahora, por fin, parece que este histórico conflicto tiene los días contados. Además, los dueños de parcelas han encontrado una vía para escapar de la incertidumbre y aclarar la maraña de la propiedad (muchos no tenían escrituras y aquello era un lío de herencias y particiones).

La concentración parcelaria ahora sí es una realidad. Los 931 propietarios afectados (2978 parcelas) respiran con alivio.

El alcalde junto al secretario autonómico y al director general de Agricultura, esta mañana en Pego

El alcalde junto al secretario autonómico y al director general de Agricultura, esta mañana en Pego / A. P. F.

El secretario autonómico de Agricultura y Desarrollo Rural, Roger Llanes, y el director general de Agricultura, Ganadería y Pesca, Toni Quintana, han estado hoy en Pego y han puesto fecha para el final de la concentración parcelaria. Esperan que ese proceso para permutar o comprar las parcelas privadas que están dentro del área de máxima protección, allí donde no se puede cultivar, concluya el próximo año.

El mecanismo es sencillo. Sí, es algo parecido a un puzle. Las tierras de la Generalitat, el ayuntamiento, la comunidad de regantes o las parcelas sin dueño están dispersas. Se hallan dentro de la zona de máxima protección y también en el espacio de usos restringidos en el que sí se puede cultivar (el arroz de Pego tiene cada vez más mercado y van a más las explotaciones ecológicas). Las administraciones públicas permutan esos terrenos a los propietarios que los tienen dentro del perímetro de máxima protección. Así, agrupan las parcelas privadas en las áreas de cultivo y la Generalitat y el ayuntamiento se convierten en los dueños del corazón protegido del Marjal. El alcalde, Enrique Moll, ha expresado hoy que al consistorio le interesa tener la titularidad de la Muntanyeta Verda, el promontorio clave para, por ejemplo, la introducción del águila pescadora.

"Estamos cumpliendo los plazos", ha asegurado Roger Llanes, que ha recordado que la actual concentración parcelaria la inició el Govern del Botànic en 2018. Ha avanzado que en el área de cultivo se crearán infraestructuras agrarias como caminos y acequias. Y ha destacado que para los propietarios queda atrás la incertidumbre. "Muchos no sabían ni dónde tenían las parcelas. Ahora se les adjudicará un título de propiedad".

Imagen del humedal de Pego-Oliva

Imagen del humedal de Pego-Oliva / Agustí Perales Iborra

Llanes también ha afirmado que la certidumbre va a ser un estímulo para que se recuperen cultivos y se apueste por experiencias sostenibles como la del arroz ecológico. El alcalde ha subrayado que Pego es el único productor de arroz (las variedades bomba y bombón son magníficas) en la provincia de Alicante.

La concentración parcelaria es una solución histórica. La declaración del parque natural en 1994 fue empezar la casa por el tejado y se desató una enorme conflictividad social en Pego. Surgió el rechazo a una figura de protección que era básica para salvar los valores naturales del humedal. Políticos locales como Carlos Pascual, "Barret", aprovecharon y alimentaron ese descontento.

El próximo año se cumplirán 30 años de la declaración del parque natural del Marjal Pego-Oliva. La fiesta será completa si, como está previsto, la concentración parcelaria es ya un hecho.