La Granadella de Xàbia, utópica república

La espectacular cala vibra con la fiesta que reivindica la fraternidad republicana

Las banderas ondean en la espectacular Granadella

Las banderas ondean en la espectacular Granadella / A. P. F.

Alfons Padilla

Alfons Padilla

La Granadella de Xàbia es otro mundo. Nieve, llueva o haga sol (y siempre luce el sol), la Granadella proclama cada 14 de abril la república. Es una fiesta de la palabra, la amistad y el paisaje. Semejante horizonte alimenta la esperanza. Republicanos llegados de aquí y allá (de València, de la Ribera, de Alcoi, de Pego...) reivindican la tolerancia, la libertad y la justicia social.

¿Qué la fiesta es un poco utópica? De acuerdo. ¿Qué es un atrevimiento? Seguro. Pero también es un refugio (¡y qué refugio!). La conversación fluye y burbujea como el cava "III República". ¡Qué gozo brindar con un espumoso tan subversivo!

El cava "III República", burbujeante y subversivo

El cava "III República", burbujeante y subversivo / A. P. F.

Se habla por los codos, que es darle un uso noble a una parte del cuerpo asociada al postín (codearse) y a la rivalidad (ir a codazos). Charla afable y chispeante.

Los presentes coinciden: están hasta la coronilla (sí, coronilla) de los políticos banales. Los ponen a caer de un burro. Pero sin inquina ni maldad. Lo único que se guillotina son las gambas de la deliciosa fideuà cocinada a fuego lento. Hay en esta fiesta una reminiscencia de aquel trueno satírico que fue "La traca".

La fideuà republicana

La fideuà republicana / A. P. F.

En la Granadella, el paisaje es infinito. Paisaje limpio y sin borrones. Todo parece posible cuando el "llebeig" libertario hace ondear las banderas. La Granadella, un radiante 14 de abril, es la utopía.