Ibiza, desde el yacimiento del siglo VI a. C. de l'Alt de Benimaquia de Dénia: un horizonte que es historia

La inusual nitidez del horizonte permite observar con claridad el perfil de la isla desde la atalaya del Montgó más alejada del mar

La ladera norte del Montgó, la que da a Dénia, y, al fondo, sobre el mar, el perfil de la isla de Ibiza

La ladera norte del Montgó, la que da a Dénia, y, al fondo, sobre el mar, el perfil de la isla de Ibiza / A. P. F.

Alfons Padilla

Alfons Padilla

El día está gris y un pelín desabrido. Una bóveda de nubes cubre el cielo. Sin embargo, el horizonte está clarisimo. El viento ha barrido la bruma y la calima. Se ha llevado el polvo en suspensión que suele enturbiar y difuminar los confines. Basta con ganar un poco de altura para observar perspectivas inusuales y alcanzar con la vista orografías lejanísimas.

Esta tarde, desde el Alt de Benimaquia, allí donde está el yacimiento ibero del siglo VI a. C. (este enclave arqueológico de Dénia fue la cuna del vino en el Mediterráneo occidental), se vislumbraba con total claridad el perfil de Ibiza. Benimaquia es la atalaya del Montgó más alejada del mar.

El perfil de Ibiza asoma en el horizonte

El perfil de Ibiza asoma en el horizonte / A. P. F.

Las distancias se comprimen

La isla asomaba sobre el mar junto a la ladera norte de la montaña, la que da a Dénia. El hábitat fortificado ibero recibió influencias fenicias. Mientras, Ibiza también formó parte de las rutas comerciales fenicias. Hay un vínculo histórico que cobra todo su sentido cuando, a simple vista, se observa con tanta claridad la isla. La distancia en línea recta es considerable. Supera los cien kilómetros. Pero en días tan transparentes y con una visibilidad tan espectacular las distancias parecen comprimirse.

Los días de atmósfera transparente se están sucediendo en los últimos meses. El sábado, desde el Miserat, cima donde se tocan los términos municipales de Pego, l'Atzúbia y la Vall de Gallinera, se divisaba perfectamente el Penyagolosa, en el interior de Castelló.