La demanda de igualdad en la Semana Santa en Sagunt vuelve a los balcones

Una de las saguntinas que reclama la inclusión explica las razones para poner crespones negros

Veva Martínez, colocando la banderola con el crespón negro.

Veva Martínez, colocando la banderola con el crespón negro. / Tortajada

Mónica Arribas

Mónica Arribas

Los crespones negros vuelven a unirse esta vez, en algunos balcones particulares, a las banderolas de Semana Santa en Sagunt, una fiesta con más de 500 años de historia considerada de Interés Turístico Nacional. 

Por segundo año consecutivo, residentes en la localidad han adoptado esta medida en señal de protesta por la decisión adoptada el año pasado en la Confraria de la Sang de impedir la entrada a las mujeres, como solicitó entonces un grupo de cofrades, apelando a la igualdad.

Veva Martínez Suay es una de las personas que no han dudado en colocar ese símbolo de luto junto al pendón indicativo de la fiesta; una de las acciones promovidas por un grupo de mujeres que también ha convocado una concentración el próximo Martes Santo con tal de denunciar que la cofradía mantiene el veto a las mujeres. 

A sus 46 años, Martínez admite que secunda estas acciones para «reivindicar, en pleno siglo XXI» que se permita la participación de las mujeres «en una entidad religiosa, pero también  cultural e histórica», según explica a Levante-EMV

En su condición de profesora de secundaria, Veva admite no explicarse el porqué de esa decisión cuando, en las aulas, inculcan los principios de la Agenda 2030, «donde la igualdad se supone que ya está superada», apunta. «Estamos intentando cada día estar más cerca de la igualdad, mientras en una cofradía como la de Sagunto se sigue impidiendo la entrada de mujeres...», decía para además recordar que muchas de esas personas a las que se niega la entrada «se han preocupado siempre de que esta fiesta saliera adelante»

En este sentido, recordaba el papel que siempre han jugado las familiares de los cofrades que se encargan de organizar los actos y su ayuda en las tareas menos agradecidas. «Yo misma he limpiado andas cuando mi hermano ha hecho la fiesta o cuando mi padre ha hecho la fiesta», decía en alusión a que ambos han llegado a estar en una mayoralía.

"No es coherente"

Desde una familia con gran vinculación a la Cofradía, Martínez tiene claro que «negar entrar en la Semana Santa a la mitad de la población no es coherente. Y tampoco me parece que sea coherente con una ideología cristiana basada en principios cristianos y evangélicos».

No obstante, como docente, uno de los aspectos que más le hace pensar es la juventud de «muchos de los cofrades que el año pasado votaron en contra de la inclusión de la mujer en la cofradía».  «Yo sigo sin entender que a día de hoy en aquella votación del año pasado un montón de gente joven votará que no; me hace plantearme cómo estamos educando a las generaciones futuras. Que muchos de los que votaron que no fueran jóvenes es muy preocupante», asegura, dispuesta a defender la igualdad en la Sang con estos gestos, como la concentración del próximo Martes Santo, que se hacen desde el "absoluto respeto y cariño" a la fiesta.