El Horno Alto estrena su blindaje

Todos los retrasos que acumulaba la declaración como bien de interés cultural (BIC) del Horno Alto número 2 de la antigua siderúrgica del Port de Sagunt se han convertido en una cascada de trámites superados que desembocan en la entrada en vigor y el estreno del blindaje que le concede haber pasado a formar parte de la representación "de la identidad y los valores del pueblo valenciano".

A principios de semana se conoció la luz verde jurídica al procedimiento, que fue el trámite que se atascó en el primer intento. Ya el martes se aprobó el decreto por el pleno del Consell, que este jueves se hizo oficial y este viernes desplegó todas las disposiciones que contempla este "máximo reconocimiento a nivel patrimonial". Este hito se celebró con una visita institucional al monumento, encabezada por el conseller de Cultura, Vicente Barrera, y el alcalde de Sagunt, Darío Moreno.

La gerente de la Fundación de Patrimonio Industrial y Memoria Obrera de Puerto de Sagunto, Sonia Garcés, abrió el acto con una pequeña explicación sobre el significado del Horno Alto, a la que siguió la proyección de un vídeo. Posteriormente, las autoridades disfrutaron de un pequeño recorrido guiado por el monumento, que se vio frustrado por el fuerte viento, aunque el también vicepresidente de la Generalitat tuvo tiempo de apreciar "el orgullo, como valencianos, del gran logro que supone el reconocimiento institucional al Alto Horno".

La sirena de Fábrica

Barrera insistió en que la declaración de BIC "supone un elemento publicitario más para que la gente que visita la ciudad sepa que puede conocer con este monumento la historia y el sufrimiento del pueblo de Sagunto". El conseller tuvo la oportunidad también de escuchar la sirena que marcaba el cambio de turno en la antigua Fábrica, un sonido que también forma parte de los elementos protegidos por su "valor histórico y su impacto sobre las personas que vivieron y convivieron con esta señal acústica", según recoge el decreto que este viernes entró en vigor.

El alcalde de Sagunt, por su parte, destacó la "alegría" de este paso, que ha costado "cinco años de lucha", sobre la que destacó "el agradecimiento eterno" a la Asociación de Patrimonio Industrial de Puerto de Sagunto (Apips), que fue la primera en impulsar la protección del monumento y cuyo presidente, Óscar Cosín, no quiso perderse este primer acto desde la entrada en vigor de la declaración. Moreno señaló también que de esta forma "se dignifica una historia que, por ser más reciente, no es menos importante", al tiempo que apuntó el objetivo de "sacar el máximo partido" a los "valores patrimoniales, turísticos e identitarios" del Horno Alto.

Hasta 11 metros de altura

Entre los detalles que se recogen en el decreto de declaración del BIC destaca el establecimiento de un entorno de protección, que afecta fundamentalmente a las tres parcelas que rodean el monumento. En ellas se establece una altura máxima de cornisa para las construcciones de 11 metros y el uso se limita a los contemplados en las ordenanzas del parque industrial Horno Alto, antes conocido como Ingruinsa, con la excepción de las estaciones de servicio.

Además de requerir el retranqueo a una distancia de cinco metros de las parcelas afectadas respecto a la alineación de la avenida Altos Hornos, el decreto precisa que, en el suelo entre el monumento, la Nau y el puerto comercial, donde desde hace unos años se celebran los espectáculos taurinos de las fiestas patronales del Port, "será destinado a zona verde-espacio libre". Además de prohibir en esta manzana "construcciones de ningún tipo", el texto abre la puerta a habilitar unos aparcamientos, siempre que estén "separados un mínimo de 50 metros desde el perímetro" de la Nau y el Horno Alto.

Actividades no permitidas

Sobre las actividades no permitidas en el entorno del nuevo BIC, se proscriben los anuncios o la publicidad exterior, al tiempo que se admiten las acciones culturales y festivas que "de manera ocasional, reversible y por tiempo limitado" obtengan la autorización de la conselleria de Cultura. Todas estas cuestiones responden al cumplimiento del "principio de seguridad jurídica", que requiere conciliar "la obligada protección de un bien de destacadísima significación patrimonial con la definición precisa del estatuto jurídico de los propietarios incluidos en los ámbitos de afección, cuyas facultades se limitan en la medida estrictamente necesaria para preservar los valores culturales detectados y para salvaguardar el ambiente paisajístico al que históricamente se asocian".

Preguntado sobre esta cuestión y teniendo en cuenta que ese solar también ha sido escenario de conciertos y festivales, Barrera apuntó que "el ayuntamiento es el que más tiene que decir, porque la declaración de BIC no supone la prohibición de esas actividades". Moreno recogió el guante para precisar que el recinto ferial no corre peligro, siempre que se mantenga "la seguridad", aunque de los espectáculos musicales reconoció que "estamos buscando alternativas con los promotores".

Seguirá el rojiblanco

Una cuestión que no cambiará, "porque así se acordó en su momento", según Moreno, es la pintura rojiblanca que decora el Horno Alto.

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