Pasapalabra sigue batiendo récords de audiencia y embolsándose datos magníficos de audiencia. Nadie quiere perderse el momento en que Óscar Díaz o Moisés Laguardia completen por fin el rosco de Pasapalabra y se lleven los más de 1,3 millones que acumula el bote.

Por el momento, ambos repiten el mismo patrón que, hace meses, hicieran otros dos concursantes míticos: Orestes Barbero y Rafa Castaño, que aguantaron más de un año en el programa de Antena 3. Y es que tanto Moisés como Óscar llevan desde después de verano copando los sillones de Pasapalabra. Sin embargo, después del último programa, todo eso podría cambiar.

Moisés Laguardia, en Pasapalabra

Los últimos enfrentamientos entre Moisés y Óscar han sido casi calcaldos. Los dos entran en la segunda vuelta del rosco de Pasapalabra con los mismos aciertos o prácticamente idénticos. Y ambos se juegan todo a una sola palabra que, como mucho, les dará el empate y, con un poco de suerte, la victoria sobre el rival pero nunca el triunfo definitivo. Y es que siempre se dejan varias palabras por resolver y, por tanto, no tienen opción de conseguir el bote.

En los últimos duelos, la cosa ha quedado en tablas y tanto Óscar como Moisés se han garantizado su continuidad en el concurso de Antena 3. Sin embargo, en el último programa emitido, se vivió un drama y uno de ellos cayó y se despeñó de manera irremediable. Tanto es así que su permanencia en el programa ha quedado incluso comprometida.

El rosco empezó como viene siendo habitual en los últimos programas de Pasapalabra: con pocas tiradas largas y muchas dudas por parte de ambos concursantes. Fue en este caso Moisés quien comenzó mejor aunque eso no es garantía de éxito.

Pasapalabra: Moisés y Óscar, en el rosco del concurso. A3

Y es que pese a que Óscar Díaz se dejó muchas definiciones sin resolver, luego cogió carrerilla mientras su rival se atascaba y llegó al final de la primera vuelta del rosco de Pasapalabra con ventaja. Moisés prontó le siguió el rastro y también acabó el rosco con 19 aciertos y bastantes más segundos que su contrincante.

Era ahora el turno de las palabras más difíciles que no habían podido resolver en primera vuelta. Óscar se lanzó a por ellas y alcanzó los 22 aciertos. A continuación, sabedor de que podía fallar en las tres palabras restantes, prefirió callar y dejar que el tiempo se agotase. En total, 22 respuestas correctas y 0 errores.

Era el momento de Moisés, que debía remontar. Y lo hizo: llegó a anotarse 21 aciertos y estaba ya a tiro de sólo una palabra más. Sin embargo, sus esfuerzos por anotarse otro acierto y coger así a su rival para empatar lo llevó por un camino lleno de espinas.

La primera definición a la que dio respuesta fue incorrecta y el presentador, Roberto Leal, le anotó el primer fallo. Así las cosas, tenía que seguir arriesgando si quería dar caza a Óscar, por muy difícil que pareciese y por poca idea que tuviera de las contestaciones acertadas.

Pero tenía que hacerlo y lo hizo. Moisés lo intentó una y otra vez hasta que se quedó ya sin opciones. Acumuló tres errores y sólo 21 aciertos, lo que lo condenaba a tener que sentarse en el próximo programa en la Silla Azul y enfrentarse a un nuevo concursante. Sólo si sale vencedor de ese duelo podrá volver a pelear por el bote de Pasapalabra, pero si falla, se irá irremediablemente a casa y tendrá que abandonar el concurso.