El temporal empeora la regresión de la playa que sufren Cullera y El Perelló

Los ayuntamientos evalúan los daños causados por el oleaje y temen que la pérdida de arena pueda afectar a la campaña de Semana Santa

Estado que presentaba ayer la playa de El Perelló, cada vez con menos arena.

Estado que presentaba ayer la playa de El Perelló, cada vez con menos arena. / Joan R. Gimeno

Joan R. Gimeno

A falta de la evaluación económica de los daños provocados por el temporal marítimo que ha sacudido la costa de la Ribera a lo largo de la semana ya parece incuestionable que el fuerte oleaje ha vuelto a dejar desguarnecidas de arena las playas. Lejos de menguar, la regresión del litoral de la comarca se acrecienta más cada año. El tramo de la playa de El Perelló más afectado por la erosión reflejaba ayer una imagen que incitaba a pensar que la búsqueda de una solución eficaz y duradera es cada vez más acuciante. 

Las autoridades locales comienzan a temer que la pérdida de arena pueden afectar a la campaña de Semana Santa y Pascua, que cada vez está más cercana. Los vecinos de las playas del Marenyet y Brosquil, situadas al sur de la desembocadura del Xúquer, están cada vez más desolados. El mar avanza, la arena desaparece y las olas se acercan peligrosamente a sus casas. Los temporales también han recortado mucho el arenal de El Perelló. 

Los ayuntamientos de Cullera, El Perelló, Sueca y el Mareny de Barraquetes han reclamado con insistencia la creación de arrecifes artificiales, como sugieren los expertos, para frenar la erosión al haberse constatado durante años que los trasvases de arena son inoperantes. La propia Dirección General de Medio Natural y Evaluación Ambiental de la Generalitat defiende que los espigones submarinos generarían sustratos que facilitarían la «protección y cobijo de especies». Pese a los trasvases de arena, la estabilización de la playa dura cada vez menos, ya que la secuencia de sucesión de los temporales mediterráneos es cada año mayor por el efecto del cambio climático