Solidaridad fallera para escolarizar a más de un centenar de niños en Guinea Bissau

La recogida de libros usados de Sants Patrons permite pagar el salario de 3 maestros en una escuela rural de Guinea Bissau

Alumnos escolarizados en la escuela de Bucomul.

Alumnos escolarizados en la escuela de Bucomul. / Levante-EMV

La recogida de libros de segunda mano impulsada en Alzira por la falla Sants Patrons durante el mes de noviembre para participar en un proyecto solidario liderado por la asociación Al Alimón ha permitido escolarizar a más de un centenar de niños en una escuela rural de una aldea del sur de Guinea Bissau al obtener fondos para costear los salarios del profesor titular y de dos maestros ayudantes desde el mes de marzo hasta final de curso, según ha informado la comisión.

El Espacio Solidario Al Alimón colaboró en la construcción de la nueva escuela de Bucomul, que los niños han podido estrenar durante el presente curso. La falla Sants Patrons se sumó al proyecto con el objetivo de reunir fondos para financiar el salario de los tres maestros que aseguran la educación del centenar de niños y niñas que a diario acuden a esta escuela rural en dos turnos, ya que los más pequeños lo hacen por la mañana y los más mayores por la tarde.

Más de 2.000 volúmenes

Los más de 2.000 volúmenes recogidos por la falla en esta iniciativa solidaria, en la que colaboraron colegios e institutos de Alzira, además de numerosos miembros de la comisión y otros vecinos, se han transformado en una recaudación de más de 2.000 euros con su venta gestionada por Al Alimón.

Además de apoyar técnica y económicamente proyectos educativos, la asociación también busca potenciar el consumo sostenible y favorecer el acceso a la cultura, por lo que estos libros de segunda mano se ofrecen a precios asequibles.

Fuentes de la comisión destacan que los fondos obtenidos ya han sido transferidos a la Associaçâo dos Filhos e Amigos de Bucomul, formada por las familias de esta comunidad, y servirán para costear los sueldos de los docentes y ofrecer una educación de calidad.

Uno de los beneficios de que la aldea cuente con su propia escuela es que ofrece la posibilidad a los niños más pequeños de asistir al colegio, disminuye las posibilidades de fracaso escolar, muy frecuente cuando la incorporación es más tardía, inciden los promotores de la iniciativa solidaria, que destacan que libros y cultura conectan lugares remotos con la ayuda de muchas personas e instituciones implicadas en esta acción solidaria.