La anhelada conversión de la N-332 en un avenida en Sueca arrancará en 6 meses

El alcalde prevé que la reconversión de la travesía en un moderno bulevar concluya en 2025 para «derribar» la barrera que divide la ciudad

«Esta vía ha supuesto muchos accidentes. Pronto la gente dejará de vivir en la otra parte de la carretera», expone el alcalde

a transformación de la antigua nacional es una de las reivindicaciones históricas de la ciudad.

a transformación de la antigua nacional es una de las reivindicaciones históricas de la ciudad. / VICENT M PASTOR

Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

Reza el dicho popular que lo bueno se hace esperar. Aunque en el caso de la anhelada transformación de la antigua carretera N-332, a su paso por Sueca, en una avenida moderna y más amable tanto con el tráfico vehicular como, especialmente, con el peatonal la espera merece la pena. Sobre todo, cuando el proyecto está más cerca que nunca de ser una realidad tras muchos años de reivindicaciones. El ayuntamiento confía en que, a pesar del retraso administrativo de última hora, las obras puedan arrancar en unos seis meses, aproximadamente. Y todo apunta a que 2025 será el año en el que, al fin, se derribará el muro ilusorio que suponía la nacional para la ciudad, al dividir el casco urbano.

La previsión inicial del Ministerio de Transportes marcaba los últimos meses de 2023 como la fecha de inicio de la reforma, aunque no será posible. Un hecho que no preocupa al alcalde de Sueca, Dimas Vázquez, ya que el proyecto sigue su procedimiento. «Todo proceso administrativo tiene sus tiempos. Durante el plazo de exposición pública se presentaron una serie de alegaciones que se tienen que resolver, como es lógico. Estamos a la espera de que se liciten y adjudiquen las obras, pero no nos inquieta. Permanecemos en contacto con la oficina de la Demarcación de Carreteras y en vez de a finales de año, lo más probable es que la transformación de la N-332 comience a principios de 2024», comenta al respecto la máxima autoridad municipal.

Además, otro de los factores a tener en cuenta es la potente inversión que se realizará. «En un primer momento se habló de unos 900.000 euros y finalmente serán cerca de cuatro millones», apostilla el alcalde, que añade: «Han sido muchos años de reuniones, peleando, para hacer posible este proyecto. Yo recuerdo que esta reivindicación se remonta a tiempos de la ministra Magdalena Álvarez. Más recientemente, José Luis Ábalos ha sido de gran ayuda, tanto cuando ha estado en el ministerio como cuando no».

La capital de la Ribera Baixa respiró aliviada cuando se construyó una variante que sacó gran parte del tráfico de la ciudad. «Aquel ya fue un momento muy importante para la historia de Sueca», subraya el alcalde. Sin embargo, es consciente de que la conversión de la antigua nacional en una amplia avenida supone mucho más que una obra urbanística. Está cargada de simbolismo. «Para nosotros, esta carretera ha supuesto muchos accidentes, algunos de ellos de gravedad e, incluso, mortales. Además, dividía la ciudad. Siempre hemos dicho que Sueca tenía dos muros, uno era la vía y otro la N-332. Pronto, uno desaparecerá. La gente dejará de vivir en la otra parte de la carretera, el único camión que pasará será el de la basura y el único autobús, el escolar», expone Vázquez. 

El consistorio estima que la reforma estará completa en el año 2025. «El periodo previsto para las obras es de 18 meses. Siempre puede surgir algún contratiempo, porque hablamos de infraestructuras dentro del casco urbano, hay canalizaciones, líneas de suministro eléctrico y otros tantos factores a tener en cuenta, pero esperamos que sea una realidad antes de que acabe 2025», detalla el alcalde.

La actual travesía dará lugar a un moderno bulevar de más de 5 kilómetros que verá el fin de los odiados semáforos. Diversas rotondas, aceras más amplias, un carril bici y espacio para aparcamiento tendrán cabida en la nueva avenida, que acarreará también una mejora del alumbrado. Un símbolo de la división de un pueblo que tiene los días contados.

Favara también espera pronto la remodelación

Sueca no es la única ciudad que espera como agua de mayo la transformación de una travesía en una vía más de la población. Favara es la otra gran afectada en la Ribera por el antiguo trazado de la N-332, que también divide su casco urbano. Como ya avanzó Levante-EMV, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ya ha adjudicado el contrato de obras para humanizar el tramo de carretera y convertirlo en una vía urbana que inclua amplias aceras, zonas de sombra para los comercios y restaurantes y epacios de aparcamiento en ambos lados.

Suscríbete para seguir leyendo