La restauración del vertedero de tóxicos clausurado hace veinte años cierra un conflicto histórico en Real

Los trabajos que devuelven los terrenos de la planta de residuos peligrosos a su estado original se encuentran ya en la recta final tras una inversión de casi 700.000 euros

La demora provocó la intervención de la Comisión Europea

Trabajos de restauración en una imagen de julio, con las obras muy avanzadas.

Trabajos de restauración en una imagen de julio, con las obras muy avanzadas. / Levante-EMV

El vertedero de residuos tóxicos y peligrosos que tanta polémica ha generado en Real quedará en el horizonte de unas semanas como un mal recuerdo. Los trabajos de restauración, que obtuvieron la preceptiva licencia de obras a principios de abril tras otro largo tira y afloja entre la empresa y el ayuntamiento, se encuentran en su recta final y devolverán al estado original los terrenos de la partida de la Cabeza del Pino, donde se encuentra esta instalación que fue clausurada oficialmente en el año 2003. 

La demora en acometer la restauración provocó que, por dos veces, el estado de abandono del vertedero de Real llegara a la Comisión Europea tras una queja presentada por el exalcalde Alejandro Blasco a la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, que finalmente emplazó a la Generalitat Valenciana a forzar a la empresa a aportar la documentación que le estaba reclamando el ayuntamiento para conceder la licencia municipal. 

La empresa obtuvo la licencia de obras en abril tras un largo tira y afloja que se prolongó durante años

La empresa obtuvo esta autorización dos años y dos meses después de haber presentado el proyecto de sellado debidamente actualizado. Los técnicos ya habían adelantado que los trabajos de restauración eran bastante sencillos si se tiene en cuenta que uno de los vasos del vertedero ni siquiera se llegó a utilizar, si bien se trataba de una inversión nada desdeñable ya que contaban con un presupuesto de 682.000 euros. Con todo, como llegó a señalar el anterior director general de Calidad Ambiental, Joan Piquer, coincidiendo con la concesión de la licencia de obras, no tenía sentido que se hubiese demorado tanto la solución a lo que calificó como «un lastre del siglo pasado que se tenía que solucionar». Piquer también comentó el municipio de Real «no tenía por qué cargar con este lastre».

La instalación de la partida de la Cabeza del Pino se encontraba abandonada, sin puerta ni valla perimetral

Los proyectos de ampliación de los vertederos que a mediados de los noventa albergaba Real, uno de residuos sólidos urbanos y este de residuos tóxicos y peligrosos, generaron una fuerte reacción social y política que provocó incluso que se presentara una moción de censura al entonces alcalde y un rechazo social a estas instalaciones, que se acabaron clausurando.

Vista del vertedero de tóxicos de Real, antes de la restauración.

Estado del vertedero de tóxicos de Real, antes de la restauración. / PERALES IBORRA

Según la resolución por la que la conselleria aprobó el proyecto de sellado y clausura del vertedero, la empresa asegura que intentó tanto en 2006 como en 2007 iniciar los trámites sin obtener respuesta del ayuntamiento en un caso o sin poder acceder a las inatalaciones por encontrarse precintadas en el segundo. El ayuntamiento, por su parte, alegó en 2014 que no constaba en sus archivos expediente alguno sobre el proyect de sellado y restauración.

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