El alcalde de la Barraca prefiere al Consell como dueño del convento

Gilles Denans considera que Cultura tiene «más capacidad» para afrontar la restauración del BIC

Un cenador exterior del monasterio y, al fondo, una pared desconchada.

Un cenador exterior del monasterio y, al fondo, una pared desconchada. / PERALES IBORRA

El alcalde de la Entidad Local Menor de la Barraca, Gilles Denans, se mostró ayer partidario de que la Generalitat ejerza el derecho de adquisición preferente y se quede el monasterio de Santa Maria d’Aigües Vives al entender que la Administración tiene «más capacidad» para afrontar la restauración de este conjunto histórico y que, por otra parte, ofrece más garantías de futuro tras la situación de abandono que ha vivido el antiguo convento tras la crisis de la última empresa propietaria.

«Mi preferencia es que fuera público como lo son los monasterios de Simat y Llutxent, tengo más confianza en que los servicios públicos se encarguen de la restauración y el mantenimiento de un conjunto que está declarado Bien de Interés Cultural (BIC)», señaló Denans, mientras advertía de que en el caso de que la propietaria sea una empresa siempre existe el riesgo de que una nueva crisis económica o una situación como la vivida en la pandemia derive en falta de mantenimiento. 

«Esa situación ya la hemos visto, el monasterio acogió en 2015 la última celebración y, cuando esto pasa, es muy complicado desde el punto de vista administrativo recuperar el edificio. Si existe la oportunidad de comprarlo, sería mucho mejor que pasara a ser público», señaló el alcalde de la Barraca.

El munícipe afirma que la titularidad pública también ofrece más garantías de futuro al conjunto histórico

Gilles Denans

— Alcalde de la Barraca

Como informó Levante-EMV, un empresario de la Ribera cerró un acuerdo la semana pasada con el administrador concursal que ha gestionado la venta para adquirir el monasterio de Aguas Vivas con el objetivo de recuperar el uso hostelero que ha tenido en su última etapa y en otros momentos de la historia reciente. No ha trascendido ni el importe de la venta ni el nombre del comprador.

No obstante, la Conselleria de Cultura, que en el anterior mandato llegó a pactar la compra por 1,7 millones de euros, aunque el expediente quedó paralizado en Hacienda, ha señalado que mantiene el interés en adquirir este inmueble que se localiza a caballo de los términos de Carcaixent y Alzira y que todavía está en plazo de ejercer el derecho de adquisición preferente que la ley otorga a la Administración al tratarse de un BIC.

Si existe la posibilidad, el alcalde de la Barraca respalda que este conjunto cuyo origen se remonta a los siglos XVI y XVII, y que es un emblema para el valle d’Aigües Vives, sea público ya que, incide, los responsables de Patrimonio tienen más capacidad para asumir la restauración «respetando todo el conjunto histórico».