El Consell traza la conexión de Carcaixent con la A-7 por la CV-50 pese al recelo del gobierno

El área de Movilidad presenta el proyecto a los ayuntamientos de Alzira y Carcaixent con el enlace desde el norte de la ciudad a la rotonda del Molí Borrego

La alcaldesa aboga por la conexión sur aunque no se opondrá a la alternativa definitiva

La propuesta del Consell plantea la conexión con un nuevo vial junto a la línea del tren.

La propuesta del Consell plantea la conexión con un nuevo vial junto a la línea del tren. / Vicent M. Pastor

Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

Carcaixent tiene más cerca el anhelado acceso directo a la autovía A-7. La Conselleria de Obras Públicas, Transporte y Movilidad ya dispone del proyecto básico del nuevo enlace y ha optado por la alternativa norte. El documento, que se encuentra en fase de participación pública, contempla la construcción de dos rotondas y otros tantos puentes. El nuevo vial discurrirá en paralelo a la línea de ferrocarril y enlazará la glorieta del Molí Borrego (acceso a la autovía de Guadassuar desde Alzira) con una de nueva creación en la carretera CV-41 (Carcaixent-Xàtiva). No obstante, el gobierno local mantiene activa la reivindicación de realizar el trazado desde el sur y hacia Massalavés, aunque la alcaldesa, Carolina Almiñana, descarta que el consistorio se plantee bloquear la alternativa que ya se encuentra sobre la mesa.

El proyecto, presentado por el gobierno autonómico a los ayuntamientos de Carcaixent y Alzira, reconoce la necesidad de crear este nuevo acceso, ya que, en la actualidad, la conexión entre Carcaixent y la ciudad de València se realiza mediante el tramo periurbano de la CV-50 que discurre junto a la capital ribereña. Los técnicos de la conselleria admiten que la red viaria, tal y como está configurada, «presenta problemas de funcionalidad, capacidad y nivel de servicio». De igual modo, señalan como punto conflictivo la rotonda del acceso oeste de Alzira (a través del Pont de Pellicer), ya que en ella confluyen la CV-50, la CV-42 y la CV-550. Según destaca el documento, allí se concentra la mayor parte del tráfico que se genera entre la zona norte (área metropolitana de València) y las poblaciones de Alzira y Carcaixent y del resto de municipios situados más hacia el sur siguiendo el itinerario de la carretera CV-41 (la Pobla Llarga, Castelló, Manuel, etc.).

Diseño de la conexión de Carcaixent con la A-7.

Diseño de la conexión de Carcaixent con la A-7. / Levante-EMV

El trazado que plantea el área de movilidad del Consell une la rotonda del Molí Borrego con una de nueva construcción en la carretera CV-41, a la altura de la estación de tren de Carcaixent, en paralelo a la línea ferroviaria. De hecho, el documento técnico especifica que se aprovecha el corredor del ferrocarril «para disminuir el efecto barrera de la nueva infraestructura» y «facilitar la integración de este modo de transporte». Los técnicos destacan, de igual modo, que la actuación contribuye a «disminuir los tiempos de recorrido y el impacto sobre los ciudadanos en el tramo periurbano de la carretera CV-50 a su paso por Alzira, reduciendo la emisión de gases de los motores de combustión y los niveles de ruido».

Carril ciclo-peatonal

Para completar el trayecto, además de la mencionada glorieta junto a la CV-42 se contempla la construcción de otra en la intersección que se crearía con la CV-554. También se habilitarían accesos a la rotonda del Molí Borrego y la de la CV-550 que regula la entrada al ecoparque de Alzira. Además, se deben ejecutar dos pasos elevados para sortear los ríos Xúquer y Verd. La propuesta contempla, además, un carril ciclo-peatonal que discurriría en paralelo al nuevo vial.

La alcaldesa de Carcaixent ha reiterado los recelos que genera esta alternativa. Durante su reunión con el presidente del Consell, Carlos Mazón, hace varias semanas, Almiñana ya expresó su deseo de recuperar el trazado propuesto por la última corporación encabezada por el PP, que diseñaba el enlace desde el sur de la ciudad hasta Massalavés. Una opción que es la preferida del gobierno municipal. «Nosotros vamos a mantener nuestra reivindicación. Queda mucho camino burocrático por delante, aún se debe tramitar la declaración de impacto ambiental, por ejemplo. En este tiempo vamos a trabajar para sumar. Hay un trabajo hecho que no despreciamos y, desde luego, no vamos a bloquear ningún proyecto. Sea por el norte o por el sur, Carcaixent necesita la conexión», señala Almiñana.


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