Educación asigna un conserje tras la airada protesta del instituto de Albalat de la Ribera

La conselleria anuncia la llegada de un subalterno en comisión de servicios hasta que se cubran las bajas

Fachada del instituto de Albalat de la Ribera.

Fachada del instituto de Albalat de la Ribera. / Levante-EMV

La Conselleria de Educación garantizó ayer que este miércoles desplazará un conserje en comisión de servicios al instituto de Secundaria Sucro de Albalat de la Ribera, que había denunciado que después de mes y medio sin personal subalterno -el centro contaba con dos conserjes- se había generado «un caos organizativo sin precedentes» hasta el punto que, como ayer adelantó en exclusiva Levante-EMV, el equipo directivo había alertado de que si no se daba una solución «no habría más remedio que llegar a cerrar el instituto».

Fuentes de la Conselleria de Educación atribuyen el problema suscitado en este centro al que acuden 560 alumnos de cinco municipios de la Ribera Baixa -Corbera, Polinyà de Xúquer, Benicull y Llaurí, además de Albalat- a que uno de los conserjes se jubiló en el mes de diciembre mientras que el otro optó a una mejora de empleo por lo que también abandonó el instituto Sucro. «La solución se va a dar desde mañana mismo -por hoy-», indicaron las mismas fuentes, mientras señalaban que el centro contará con un conserje en comisión de servicios que procede de un centro de Alzira «hasta que se solucione la cobertura».

La paciencia del equipo directivo se agotó el lunes tras mes y medio sin conserjes ya que, según advirtió, los profesores estaban multiplicándose para intentar que estas vacantes no interfirieran en la actividad cotidiana del centro, la atención a los alumnos y a las familias, aunque la conselleria no ofrecía ninguna expectativa de que se pudieran cubrir esas plazas a corto plazo. Los profesores alertaban de que la situación se había agravado si cabe con el repunte de casos de gripe y Covid-19 «que aumenta la problemática de las entradas y salidas del centro».

Fuentes de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos indicaron que si bien no compartían el órdago que planteaba un posible cierre -o, al menos, dejar de abrir el centro para visibilizar el problema de la ausencia de conserjes-, estaban realizando diferentes gestiones para buscar una solución y apoyaban cualquier acción del equipo directivo que persiguiera ese mismo fin.