Investigan una quema en un chalet como origen del fuego que amenazaba la Murta

El ayuntamiento autoriza el regreso de los vecinos a casa tras dar los bomberos por controlado el incendio que se ha iniciado en l'Eixavegó Alt

El viento de poniente se convierte en un aliado al frenar el ascenso natural de las llamas

La proximidad de cerca de tres urbanizaciones aumentaba el peligro

"Hemos tenido mucha suerte por segunda vez", afirma el alcalde

Un incendio originado supuestamente en una quema de restos vegetales en un chalé, pese a la prohibición en una jornada de riesgo extremo por el poniente, ha obligado ayer a desalojar en Alzira a una treintena de vecinos de l’Eixavegó que a última hora de esta tarde han podido regresar a casa. La alerta ha movilizado a numerosos efectivos de extinción, entre ellos seis medios aéreos, dada la cercanía del núcleo residencial de l’Eixavegó conformado por 54 viviendas, pero también de la urbanización Sant Bernat, con la que linda en la cumbre de la montaña y donde se contabilizan 129 chalés, y del Racó de les Vinyes (82 unifamiliares), además del paraje natural de la Murta, de alto valor ecológico y sentimental para los alzireños. Fuentes consultadas señalaron que las fuerzas de seguridad identificaron a una persona en las diligencias abiertas por este incendio forestal.

El alcalde de Alzira, Alfons Domínguez, ha confirmado que esta quema no autorizada se presume como principal hipótesis a la espera del resultado de la investigación, mientras los vecinos comentaban que en la parcela en la que supuestamente se había iniciado el fuego se estaban realizando en los últimos días trabajos de limpieza y desbroce. 

Las llamas junto a uno de los chalés.

Las llamas junto a uno de los chalés. / Levante-EMV

El fuego se ha iniciado poco antes de las 13 horas y gracias al rápido despliegue de medios -algunos de los cuales atendían otro fuego en el Barranc de los Tollos de la Garrofera de Alzira- se ha podido dar por estabilizado en torno a las 16 horas y por controlado en torno a las 19 horas, por lo que esta tarde se autorizaba el regreso de los vecinos a sus casas. «Hemos tenido mucha suerte, es un segundo aviso», señalaba Alfons Domínguez en referencia al incendio registrado en abril en la Casella, que coronó y bajó hacia el valle de la Murta, aunque entonces el fuego estaba más lejos del paraje que en esta ocasión.

El viento de poniente con un punto de componente sur se convirtió en este caso en un aliado por la orientación de la ladera en la que se había originado el incendio, ya que empujaba el fuego hacia abajo y frenaba el ascenso natural. De haber coronado se podía haber convertido en un incendio de grandes dimensiones.

Los vecinos desalojados se concentraron en torno al Garrofer de l’Eixavegó, al pie de esta zona residencial, y en la explanada del cementerio, desde donde han seguido con nerviosismo los trabajos de extinción. «Me ha llamado una amiga y he subido porque tenía la perra en el chalet. El fuego estaba al lado de mi casa, pero el poniente lo ha desviado en sentido contrario», explicaba María José Ortiz.

Además de los seis medios aéreos, que se retiraban a primera hora de la tarde, también se movilizaron cuatro unidades forestales de la Generalitat, un coordinador forestal, dos dotaciones de bomberos de Alzira y Xàtiva, dos brigadas forestales BRIFO y cuatro unidades de mando, además de los voluntarios del Vacif de Alzira y efectivos de Protección Civil. También el diputado de Medio Ambiente, Avelino Mascarel, se desplazó a Alzira.

Por la noche permancerán brigadas de vigilancia.