Detectan varias quemas de rastrojos en la parcela donde se originó el fuego que amenazó la Murta

La hipótesis de una negligencia en el incendio que obligó a desalojar l’Eixavegó Alt cobra fuerza

Los técnicos estiman en cerca de seis hectáreas la superficie afectada

Las quemas de rastrojos estaban prohibidas debido al riesgo extremo por viento

Un quemador, en el centro, en la parcela donde supuestamente se originó el incendio.

Un quemador, en el centro, en la parcela donde supuestamente se originó el incendio. / Pascual Fandos

La hipótesis de que una negligencia en forma de quema de rastrojos provocó el incendio declarado el jueves en l’Eixavegó Alt, con grave riesgo para tres áreas residenciales de Alzira y el paraje natural de la Murta, se consolida con el paso de las horas hasta el punto que, según ha podido saber Levante-EMV, los investigadores han encontrado varios puntos donde presuntamente se estaban quemando restos vegetales en la parcela desde la que se propagó el fuego a la masa forestal.

Las quemas estaban prohibidas en una jornada en que la Generalitat había activado la alerta por riesgo extremo debido a las fuertes rachas de viento de poniente y, pese a la existencia de al menos un quemador de bloques en estos terrenos abancalados en lo alto de la montaña, éste tampoco se ajusta a la normativa municipal, según fuentes consultadas, que no dudan en señalar que se trataba de una quema ilegal realizada, además, a menos de 20 metros de la masa forestal, una franja en la que la normativa es todavía más restrictiva.

Los vecinos comentaron el mismo jueves que en los días previos habían visto que se estaban realizando trabajos de desbroce en esta parcela ubicada junto a un chalet en la parte alta de l’Eixavegó, que al parecer propiciaron la acumulación de los rastrojos que se quemaban el jueves. Las fuerzas de seguridad identificaron a una persona por estos hechos aunque, al parecer, no se trata del propietario de la casa. El inmueble se encuentra aparentemente en mal estado por la falta de uso y mantenimiento.

Podía haber sido peor

Los técnicos han estimado entre cinco y seis hectáreas la superficie afectada por el incendio. El fuego se quedó a las puertas de algunos chalés, pero no llegó a causar daños en ninguna vivienda. Las precipitaciones registradas desde mediados de la mañana de ayer facilitaron el trabajo de las brigadas que trabajaban en refrescar la zona afectada para evitar rebrotes, todavía con algunos puntos humeantes.

El incendio declarado poco antes de las 13 horas del jueves obligó a desalojar a una treintena de vecinos de esta zona residencial, que pudieron regresar a sus casas mediada la tarde, una vez los servicios de extinción dieron por controlado el riesgo.

El amplio despliegue de medios aéreos -con hasta seis unidades- y terrestres y la proximidad de un punto de recarga de agua para los helicópteros en una balsa municipal ubicada entre el Racó de les Vinyes y la Murta permitió atacar con rapidez las llamas. El viento de poniente también se convirtió en este caso en un aliado ya que por la orientación de la vertiente en la que se había originado, impedía el ascenso natural de las llamas. El alcalde de Alzira, Alfons Domínguez, incidió ayer en que se había tenido mucha suerte ya que, de haber coronado la montaña, el incendio podía haber cobrado otra dimensión mucho más grave.

La zona residencial de l’Eixavegó, en la que el ayuntamiento tiene censadas 54 casas, linda en la cumbre con la Colonia Sant Bernat, una urbanización en la que se contabilizan 129 viviendas, mientras que por el Tallat Roig comunica con el Racó de les Vinyes, donde hay otras 82 casas, según detalló el alcalde. El incendio estaba por tanto muy cerca del paraje natural de la Murta, de gran valor ecológico y sentimental para los vecinos de Alzira.