Montserrat, Montroi y Real exigen más médicos frente al «colapso»

Los alcaldes de Montserrat, Montroi y Real han alzado su voz para denunciar la precariedad del servicio sanitario en la Vall dels Alcalans y reclamar más médicos. Los munícipes, acompañados por la presidenta de la Mancomunitat dels Alcalans, Minerva Hernándiz, han trasladado la queja esta semana a los responsables del departamento de salud -estos tres pueblos de la Ribera dependen del Hospital General- y, tras no encontrar una respuesta satisfactoria, pretenden dirigir la petición directamente a la Conselleria de Sanitat.

«Nos dicen que tienen el dinero, pero que no tienen gente o que es muy difícil encontrar médicos que se quieran desplazar», señala el alcalde de Montroi, Manolo Blanco (PSPV), que denuncia que las bajas «no se cubren».

Los consultorios de Real y Montroi cuentan con un médico cada uno y otro compartido mientras que Montserrat, con mucha más población, tiene cinco. «Partimos de la base de que antes ibas al médico sin cita y te atendía, pero hoy, pidiendo cita, te la dan para 7, 8 o 10 días», incide Blanco, que asegura que la Mancomunitat está dispuesta a costear los desplazamientos para reforzar la plantilla.

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«¿Cómo puede ser que haya días que la gente va al médico y no hay consulta?», se pregunta el alcalde de Real, el también socialista Gerardo López, que advierte de que se han dado casos en que el médico titular ha tenido guardia el día anterior y el facultativo compartido está de baja y no se pasa consulta, lo que provoca las quejas de los usuarios en el ayuntamiento. «Las bajas no se cubren nunca», asevera López, mientras denuncia que las citas para el médico se demoran de forma intolerable y que la situación se agrava en verano, cuando se multiplica la población de esta subcomarca «por cinco o por seis».

Más grave en periodos vacacionales

La otra queja de los alcaldes es que el servicio de urgencias, que se localiza en Montserrat, solo tiene un médico asignado, por lo que se «satura» con frecuencia, especialmente cuando tiene que abandonar el centro para atender un servicio.

Según explica el alcalde de Montserrat, Sergio Vilar (PP), la localidad ejerce de «esponja», ya que absorbe el flujo de pacientes de los pueblos vecinos de la Ribera y también de Millars y Dos Aigües. Además, son los profesionales del centro sanitario de referencia los que refuerzan las carencias del resto de poblaciones. «Tenemos claro que el principal problema es la falta de personal, cuando hay bajas o vacaciones, no se cubren. Nosotros concentramos las urgencias, que se colapsan de forma repetida. Y, de nuestros cinco médicos, casi siempre hay alguno que acude a otro municipio a suplir esas ausencias», expone. 

Vilar subraya que el personal asignado no se corresponde con sus necesidades demográficas. «La plantilla depende del número de tarjetas sanitarias, pero aquí tenemos muchos chalés. En buena parte, vive gente todo el año que antes estaba empadronada en otro lugar y todavía conserva el SIP allí, pero cuando tiene una urgencia acude al centro de salud de Montserrat. En épocas vacacionales, el problema es incluso mayor», indica.