La ausencia de recaudador en Alginet durante más de tres 3 años impedía notificar deudas

La alcaldesa atribuye a la dejadez de anteriores corporaciones la falta de personal crónica en el servicio que provocó la prescripción de débitos por 2,4 millones y la reprimenda de Antifraude

Una empresa ya gestiona los cobros en ejecutiva

La alcaldesa de Alginet, Elia Ferrer, en una imagen del pasado vernao.

La alcaldesa de Alginet, Elia Ferrer, en una imagen del pasado vernao. / Pascual Fandos

La alcaldesa de Alginet, Elia Ferrer, ha atribuido a un problema crónico de falta de personal que se ha arrastrado durante más de una década por la «dejadez» de las sucesivas corporaciones -sitúa el origen allá por el año 2011-, agravado por la ausencia de recaudador de forma incompresible durante más de tres años -el período comprendido entre marzo de 2015 y julio de 2018- el elevado volumen de deudas que el ayuntamiento ha tenido que dar como prescritas en los últimos años, que ha derivado en una contundente resolución de la Agencia Valenciana Antifraude que, como ayer informó Levante-EMV, ha constatado la existencia de «anomalías, deficiencias e incumplimientos significativos» que han causado daño a la Hacienda local.

«El ayuntamiento es consciente de los errores que se han cometido, hemos tenido en consideración las recomendaciones de la Agencia Antifraude y estamos poniendo los medios para evitar que vuelva a pasar», ha manifestado Ferrer, que defiende que «no se ha cometido ninguna ilegalidad». Elia Ferrer conoce de primera mano el problema ya que en el anterior mandato ejerció como responsable de Hacienda y Recaudación y asegura que fue en esa etapa cuando por primera vez se afrontó con seriedad el problema para dar soluciones.

«El ayuntamiento es consciente de los errores que se han cometido, hemos tenido en consideración las recomendaciones de la Agencia Antifraude y estamos poniendo los medios para evitar que vuelva a pasar»

Elia Ferrer

— Alcaldesa de Alginet

Falta de personal

«La plaza de tesorero ha sido bastante inestable, ha habido muchos cambios pero todas las tesoreras que han pasado han alertado en sus informes de que esto iba a pasar por la falta de personal, no es de ahora», señala la alcaldesa, que recuerda que «la falta de recaudador provocó que no se realizaran notificaciones a los deudores y cuando llega la prescripción goda -dos millones de euros en 2022- soy yo la concejal. Nos sentamos en el departamento y a finales de ese mismo año se delega a una empresa la recaudación ejecutiva porque el ayuntamiento estaba desbordado», explica.

Elia Ferrer defiende que pese a los 2,4 millones de deudas prescritas entre 2019 y 2023, como recoge el informe de Antifraude -el grueso se dio de baja en 2022-, el ayuntamiento está saneado, no tiene deudas y cuenta con 8,5 millones para afrontar las obras de Los Lagos, por lo que considera que este caótico servicio de recaudación ha tenido un impacto escaso en las arcas municipales. 

Ferrer asume que resulta difícil de explicar que el ayuntamiento estuviera tres años sin recaudador y que era una decisión política que nadie tomó cubrir las plazas vacantes en el servicio de gestión tributaria y recaudación. Asegura que en este proceso de normalización que impulsó, hace escasamente un mes se completó la plantilla del área de Tesorería con cuatro funcionarios más la tesorera y que ahora se prevé asignar otra persona a recaudación. Defiende que el buen funcionamiento de estos dos departamentos es lo que permite a un gobierno poder gestionar.

El ayuntamiento revocará la anulación de la deuda de un concejal que sigue en activo

La alcaldesa de Alginet, Elia Ferrer, enmarca en el caos del departamento de gestión tributaria que en el anterior mandato se diera de baja una deuda de 1.837 € de un teniente de alcalde que hoy sigue en activo y en el gobierno municipal -aunque han preferido que su nombre no trascienda-, al tiempo que niega cualquier intencionalidad política. Esta anulación fue el origen de la denuncia ante la Agencia Valenciana Antifraude que ha derivado en el informe que ayer reveló en exclusiva Levante-EMV.      

 «Fue un error por parte del ayuntamiento por no haber hecho el trámite como debía. Estaba en concurso de acreedores y la deuda no tenía que haber prescrito, la tesorera de ese momento lo sabía, pero no se comunicó en forma y cuando se pasan las bajas por prescripción no consta que no se debía perdonar». Ferrer asegura que el ayuntamiento ha atendido la recomendación de Antifraude, ha realizado una revisión de oficio del decreto que declaró la prescripción y en el próximo pleno rehabilitará la deuda a la espera de la sentencia del concurso de acreedores. 

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