La izquierda afronta el 28M con el reto de seguir ampliando sus feudos en la Safor

El PSPV y Compromís gobiernan en más del 70 % de municipios de la comarca por el vuelco al mapa electoral en las dos últimas legislaturas para dejar al PP como formación testimonial con apenas cinco gobiernos

Un colegio electoral de Gandia, en 2019.

Un colegio electoral de Gandia, en 2019. / Ximo Ferri

El Botànic no solo se la juega en la Generalitat. El PSPV y Compromís son, en estos momentos, las formaciones hegemónicas en la Safor. Entre ambos gobiernan, por separado o juntos, un total de 23 localidades (12 socialistas, 10 de Compromís y 1 de EUPV-Podem) por apenas cinco en los que los populares tienen la alcaldía ahora mismo. 

Este mapa global es el resultado de dos legislaturas, la 2015-2019 y la 2019-2023, en las que el PP ha vivido sus peores años en términos electorales, arrastrado especialmente por los casos de corrupción que persiguieron al partido y estallaron a partir del 2011 y también por la abultada deuda que dejaron tanto en la administración autonómica como en muchos ayuntamientos, algunos de ellos de la Safor.

El reto para la izquierda, por tanto, es no solo mantener ese nivel de gobiernos locales en la cita con las urnas del 28M, sino conquistar aquellos municipios que mantienen los populares como son Daimús, Castellonet de la Conquesta y Xeraco, donde gobiernan con mayoría absoluta, además de Beniflà y Villalonga, con alcaldes logrados a través de pactos postelectorales hace cuatro años.

En la Safor, durante esta legislatura gobiernan cinco «botànics» municipales. De hecho, en las tres grandes ciudades de la comarca , Gandia, Oliva y Tavernes de la Valldigna, hay un pacto entre socialistas y Compromís al frente de los consistorios. A esto se suman, Bellreguard, donde han compartido alcaldía con el socialista Joan Marco al frente en estos momentos tras sustituir a Àlex Ruiz, y en Almiserà, donde se ha seguido la misma fórmula con Pau Canet y Maite Pedro.

Pero históricamente esto no ha sido así siempre. Hubo un tiempo en el que el mapa electoral de la Safor en el que reinó el bipartidismo y otro más reciente en el que el tono azul era más amplio. Tras las elecciones de 2007, los populares y los socialistas se repartían a partes iguales las alcaldías, con 13 para cada uno de ellos. Cuatro años después, en 2011, el PP hizo valer el esplendor que vivía como partido en aquellos momentos e incrementaba el número de concejales logrados en toda la comarca de la Safor y ganaba las elecciones en prácticamente la mitad de los municipios.

Es cierto que en aquella legislatura ya hubo pactos posteletorales que dejaron a los populares sin algunos gobiernos municipales. El PP, por ejemplo, perdió en aquel año, Tavernes de la Valldigna, donde llevaba 16 años al frente del consistorio. Fue en 2015 cuando se confirmó la debacle.

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El impulso de Compromís también tuvo que ver ese cambio de tendencia. En 2007, el antiguo Bloc era una fuerza prácticamente testimonial, con apenas cinco ayuntamientos. El 2015 fue el auténtico «boom» electoral de la coalición, que siguió aumentando su presencia en alcaldías locales y gobiernos locales y actualmente están al frente de 10 administraciones municipales. En 2019 conquistó feudos donde solo había gobernado el PP como Ròtova.

Los populares, de cara a las próxima cita electoral han puesto el foco en las principales ciudades. Gandia es el feudo más deseado pero en Oliva y Tavernes también han puesto toda la carne en el asador.