Cómo se produjo la 'implosión catastrófica' que acabó con el Titán y sus cinco tripulantes

La Armada estadounidense ha confirmado que el pequeño submarino implosionó mientras descendía

Imagen de archivo del sumergible Titan

Imagen de archivo del sumergible Titan

No hubo milagro. Tanto la empresa propietaria del Titán, como la Armada estadounidense confirmaron el jueves por la noche (hora peninsular) que el sumergible había sufrido un terrible accidente y que los cinco miembros de su tripulación habían muerto. La noticia supuso el fin del operativo de búsqueda contrarreloj que comenzó el domingo cuando se perdió contacto con el submarino que se disponía a realizar una inmersión a gran profundidad para 'visitar' los restos del Titanic, a unos 3.500 metros de profundidad frente las costas de Terranova.

Los responsables de la búsqueda confirmaron que tras hallar restos estructurales del submarino Titán es evidente que el vehículo tripulado sufrió una "implosión catastrófica" que supuso su destrucción y la muerte de las cinco personas que iban en su interior.

¿Qué es una 'implosión catastrófica'?

Aunque suene parecido al término explosión, implosionar no tiene nada que ver. Una implosión se produce cuando un objeto colapsa sobre sí mismo por efecto de una presión que sobrecarga su estructura. En el caso de un submarino, se produce cuando la presión del agua que lo rodea es tan excesiva que el vehículo se descompensa y se 'rompe hacia dentro'. En el caso del Titán, al igual que el resto de sumergibles, la presión dentro del casco siempre es inferior a la del exterior. Los submarinos se diseñan para soportar la presión exterior sin perder la interior y es ese equilibrio lo que garantiza la estabilidad del vehículo submarino.

Una implosión de las características a las que se han referido los responsables del dispositivo de búsqueda se puede producir por varios motivos. En primer lugar por una fuga o defecto en el casco o, en segundo lugar, por bajar a mayor profundidad de aquella para la que fue diseñado.

En una implosión causada por un defecto en el casco o por cualquier otro motivo, el sumergible se derrumbaría sobre sí mismo en milisegundos, aplastado por la inmensa presión del agua.

En el caso de los ocupantes, una implosión catastrófica supone la muerte inmediata. El habitáculo del sumergible no explota ni se llena de agua el tiempo suficiente para morir ahogados. La "implosión catastrófica" repliega en cuestión de milisegundos las paredes del sumergible hacia dentro comprimiendo el aire de una manera drástica. El aire al comprimirse, se calienta y el espacio en el interior del submarino, literalmente, desaparece.

El resultado final es desastroso porque el vehículo pierde toda su integridad y los ocupantes mueren de manera inmediata.

Los responsables del rescate del Titán estudian ahora qué pudo ocurrir. Lo más probable es que el submarino tuviera algún defecto en su casco o que éste no pudiera suportar de nuevo la presión de otro descenso más. Sin embargo, anoche, algunos apuntaban a la posibilidad de que podrían haber sido los ocupantes quienes, desesperados al quedar atrapados en el abismo, intentaran forzar la compuerta y que eso generara un fallo en la integridad del casco.