El juez envía a prisión al joven que mató a su tío a cuchilladas en la Finca Roja

José Yücel G. K., de 28 años, declara ante el juez y el fiscal que estaba convencido de que su tío Javier, la víctima, "nos iba a hacer daño a mi madre y a mí"

La defensa pedirá un informe de imputabilidad ante la evidencia de una probable enfermedad mental

Mata a su tío a cuchilladas y hachazos en plena calle porque lo iban a desheredar

Foto: M. Á. Montesinos | Vídeo: Ignacio Cabanes

Teresa Domínguez

Teresa Domínguez

El juez de Instrucción número 18 de València ha dictado prisión comunicada y sin fianza para José Yücel G. T., el joven de 28 años que en la tarde del martes 21 de mayo mató de casi 30 cuchilladas a su tío en plena calle, a la altura del número 17 de la calle Albacete, junto a la Finca Roja, justo a la hora que más concurrida estaba la zona, ya que el crimen coincidió con la salida de los escolares del colegio Santo Tomás de Villanueva-Agustinos que se encuentra en esa misma calle.

La versión del joven, que sí ha accedido a prestar declaración, permite entrever una posible patología mental que deberán explorar los psiquiatras forenses cuando lo sometan a las entrevistas de base para la elaboración del informe de imputabilidad que realiza el Instituto de Medicina Legal (IML) de València en todos los casos.

En este sentido, ha argumentado ante el juez y el fiscal, asistido por sus letrados, los penalistas valencianos Miguel Ferrer y Patricia Cogollos, del despacho Ferrer&Cogollos, que estaba convencido de que su tío Javier, la víctima, "nos iba a hacer daño a mi madre y a mí". Y, aunque, admite que ese miedo es irracional y que no tiene base real, asegura que lo dominaba porque "estaba convencido de que eso es lo que iba a ocurrir".

Tal como ya ha adelantado este viernes en exclusiva Levante-EMV, José Yücel, ya había declarado ante el grupo de Homicidios de la Policía Nacional que había matado a su tío Javier en la creencia de que de ese modo defendía y protegía a su madre, a quien creía a merced de su hermano.

La herencia solo fue la excusa

A medida que avanza el caso, cada vez parece más lejana la posibilidad de que el reparto de la herencia tenga alguna significación en este crimen, salvo que la firma del acuerdo previo por parte de Javier Gómez, de 64 años, en el despacho del abogado que llevaba el proceso fue la oportunidad de tener localizado y a su merced a su tío.

Tal como ha venido publicando este diario, José Yücel atacó por sorpresa a su tío Javier tras esperarlo agazapado entre los coches, porque suponía que debía ir ese día y a esa hora a firmar el acuerdo alcanzado entre Javier y su hermana (la madre del presunto asesino), dado que su madre había ido un día antes a realizar el mismo trámite.

Casi 30 cuchilladas

Sin darle tiempo a reaccionar, se abalanzó sobre él y le asestó casi 30 cuchilladas en la cabeza, la cara, el pecho, el abdomen y el costado, con una saña que demuestra la inquina y la ira almacenadas contra su víctima. El asesinato fue presenciado por el abogado a través del videoportero, que alertó al 112 y bajó a intentar ayudar a su cliente.

Pero ya no había nada que hacer: murió porque varias de las cuchilladas en el pecho, donde se quedó clavada el arma, le seccionaron el corazón. La otra arma que llevaba en la mochila, una hachuela, ni siquiera la llegó a usar. La encontró dentro de ese bolso el policía local de barrio que atendía la salida de los escolares del colegio y que lo atrapó, ayudado por varios ciudadanos, cuando se iba a paso ligero del lugar. No opuso resistencia.