Todo patas arriba

El Valencia navega a la deriva, Lim quema otro proyecto por cuarta temporada seguida y desata otra crisis deportiva y social uLa afición se moviliza y saldrá a la calle

Todo patas arriba

Todo patas arriba / Andrés García. València

Andrés García

El Valencia se muere y Peter Lim no hace nada por evitarlo. El máximo accionista ha quemado otro proyecto por cuarta temporada consecutiva. El club vive instalado en una permanente crisis deportiva y en un ambiente de crispación social desde aquel 11 de septiembre de 2019 cuando la propiedad destituyó injustamete a Marcelino García Toral y destruyó un equipo ganador. Desde entonces, Meriton cuenta sus proyectos por fracasos. Albert Celades, Javi Gracia, José Bordalás y ahora con un entrenador de su cuerda como Gennaro Gattuso. Ninguno supervivió a la gestión del dueño. Ninguno pudo reflotar desde el banquillo una nave que desgraciadamente para el valencianismo va a la deriva. El equipo de Rino ha tocado fondo esta temporada con la eliminación de Copa, pero el Valencia como institución todavía no. El club se asfixia deportiva y económicamente con el descenso a segunda división en el horizonte y Lim no reacciona.

El Valencia necesita soluciones y Lim no las tiene. O lo que es más peligroso, no las busca. El singapurense delegó en verano su enésimo proyecto a Gattuso en el área deportiva y a Layhoon Chan en la parcela institucional. Seis meses después, ni hay resultados ni hay paz social. El agujero deportivo y el clamor contra la propiedad, lejos de hacerse pequeño, cada día es más grande. La preocupante situación del equipo a tres puntos del descenso a segunda obliga a tomar decisiones. Y sobre todo a acertar. El margen de error se ha ido reduciendo año tras año a medida que se vendían los principales activos de la plantilla y el club se autodestruía con su propia gestión. La triste realidad del Valencia es que cada vez está más cerca del abismo deportivo y económico.

El Valencia necesita ayudas urgentes para por lo menos alcanzar los 40 puntos que asegurarían la permanencia y desde Singapur no las encuentra. Lim sigue sin dotar al club de una estructura deportiva fuerte. Tampoco ha reforzado la plantilla en el mercado de invierno a pesar de las carencias del equipo. Y si lo hace en los próximos días, eliminados de la Copa y la Supercopa, tal vez lleguen tarde.

Por el camino se ha caído Gattuso. Igual que cayeron otros técnicos en el pasado reciente del club como consecuencia del desgaste con los fichajes. Nada ha cambiado. El italiano está desencantado y cada vez se siente más solo en el Valencia. Rino llegó al club con la etiqueta de amigo del dueño con la firme convicción de involucrar a Peter Lim y moldear una plantilla con fichajes a su gusto, pero nada de eso ha pasado. Ni Peter puso de su parte, por ejemplo, para visitar a sus jugadores en Arabia Saudí. Ni de momento ha sabido contentarlo en un mercado de enero al que solo le quedan cuatro días para su cierre. Por si fuera poco, las dudas de Gattuso han provocado en el equipo una crisis de identidad. El equipo no tiene claro a lo que juega. El futuro del técnico está en el aire. Y el del Valencia también. La temporada ha confirmado que confeccionar una plantilla tan joven era un riesgo. La temporada se ha torcido y los jugadores no están preparados para aguantar la presión. Y menos después de episodios tan desagradables como los del jueves a la salida del estadio.

La afición volverá a la calle

La fotografía actual del club y el equipo invita a la preocupación absoluta. Leyendas como Mario Alberto Kempes han manifestado su preocupación. La afición ha dicho ‘basta’ y se está movilizando para volver a salir a la calle el próximo 11 de febrero aprovechando el Valencia-Athletic en LaLiga. Antes, tres salidas seguidas: Valladolid, Bernabéu y Girona. Peter, ¿vas a hacer algo?