Las campanas de San Nicolás ya no suenan ni se mueven. Desde hace años repicaban tres veces al día durante un minuto. Pero un vecino se quejó de las molestias y ahora han enmudecido.

El ruido superaba los decibelios máximos permitidos en la ordenanza de contaminación acústica aprobada en 2008 por el PP. Hasta que la parroquia rebaje el volumen de sus campanas, el Ayuntamiento ha pedido que dejen de doblar.

Levante-EMV ha preguntado a vecinos y comerciantes del Carmen para conocer su opinión. Muchos vecinos las echan de menos y se han movilizado. Ya se han recogido más de 7.000 firmas en una sola semana.

El consistorio explica que no ha prohibido que repiquen, sino que los decibelios se ajusten a la ley para que todos los vecinos puedan descansar.

Ahora se buscan soluciones técnicas para que el segundo campanario más alto de Valencia recupere su voz.