Los vecinos piden que se prohíban los apartamentos, hoteles en edificios singulares y residencias de estudiantes en Ciutat Vella

En sus alegaciones al Plan Especial de este distrito exigen también un recorte de terrazas y espacios de ocio

Cartel contra los apartamentos turísticos en Ciutat Vella.

Cartel contra los apartamentos turísticos en Ciutat Vella. / GERMAN CABALLERO

José Parrilla

José Parrilla

 La Federació d’Associacions Veïnals (FAAVV) de València y Amics del Carme han presentado alegaciones a la modificación del PEP (Plan de Especial Protección) de Ciutat Vella en cumplimiento de la sentencia que declaraba ilegales los apartamentos turísticos ocasionales. “Si el propósito es frenar la terciarización turística, estas medidas son claramente insuficientes”, ha manifestado la presidenta de la FAAVV, María José Broseta. Su propuesta, a grandes rasgos, es "declarar incompatibles tanto los apartamentos turísticos como el uso residencial comunitario, en la modalidad de residencia de estudiantes; prohibir la transformación de edificios singulares en hoteles y que se puedan terciarizar las parcelas o edificios colindantes; precisar la redacción del concepto de vivienda turística (Tvt) como una variante de la modalidad hotelera Tho1; y limitar la ocupación del dominio público para usos comerciales y las actividades de ocio y recreativas".

El Ayuntamiento de València tramita una modificación del PEP de Ciutat Vella para limitar las viviendas de uso turístico en Ciutat Vella y eliminar la figura del alquiler turístico ocasional, "una medida necesaria pero totalmente insuficiente si el propósito es recuperar residentes con arraigo en los barrios históricos", dice la asociación vecinal.

Justificación oficial para el cambio

En la exposición de motivos en la que se justifican los cambios que se quieren introducir en el PEC, se dibuja una situación extremadamente crítica de terciarización pues se afirma en este documento que hay un problema de saturación turística de facto en Ciutat Vella con un impacto claro en la vivienda residencial de alquiler muy superior al impacto que tiene este fenómeno en ciudades como Madrid o Barcelona. En barrios como el Mercat, se afirma, por ejemplo, que hay más plazas hoteleras que residentes.

 En las alegaciones presentadas por la Federació d’Associacions Veïnals de València y Amics del Carme se señala que se consideran muy oportunas y absolutamente necesarias las modificaciones que se proponen al vigente Plan Especial de Protección en lo relativo a la regulación de las actividades terciarias hoteleras y de ocio en el ámbito de Ciutat Vella.

Las alegaciones son contundentes

En coherencia con la exposición de motivos de la memoria justificativa en la que se señala la gravedad de la turistificación que padece Ciutat Vella y la acentuación de la tendencia hacia terciarización hotelera que continua en los últimos dos años (16% más en el último año), se insta a ampliar las medidas restrictivas sobre la actividad turística, pues si bien el crecimiento exponencial de las viviendas de uso turístico son parte importante del problema, no son la única causa”, ha señalado María José Broseta, presidenta de la FAAVV.

Asimismo, deben reseñarse también como parte del problema a corregir las dos docenas largas de licencias de instalaciones hoteleras en trámite, así como la pérdida de viviendas residenciales en los proyectos urbanísticos de la UE4 de Velluters (o Exarchs) y del hotel en la calle Roteros 25 y 23 (Casa Vella). Estas actividades son relevantes en los problemas de gentrificación identificados y, por tanto, se deben evitar e incluso revertir sus efectos, afirman los vecinos.

Zas, un elemento a tener en cuenta

También debería reseñarse el hecho de la existencia de la declaración ZAS (zona acústicamente saturada) vigente que afecta a casi la quinta parte del distrito, y precisamente en los barrios mas turistificados como el Mercat, el Carme o Velluters, donde los problemas de ruido, suciedad y saturación del espacio público están comprobados documentalmente.

Debe reseñarse también como problema y, por tanto, limitarse, la excesiva proliferación de comercios de comida para llevar, de alquileres de bicicletas y patinetes y tiendas de conveniencia.

Desde las asociaciones vecinales se considera desproporcionado y abusivo el uso comercial del espacio público actual, por lo que deben señalarse límites a esta ocupación tanto desde el punto de vista del aforo permitido en su interior (2,4 m2 x persona sentada) como de la ocupación del dominio público (siempre inferior al 50% del espacio público disponible). 

Por consiguiente, desde Amics del Carme y desde la propia Federación vecinal se considera que las medidas restrictivas no deben limitarse a los apartamentos o viviendas en régimen de explotación hotelera, sino ampliarse a aquellas otras actividades que también son causa de desarraigo y pérdida de población como la transformación de edificios singulares en hoteles a costa de fagocitar las parcelas contiguas, o la aparición de numerosas modalidades de alojamiento bajo la “etiqueta” de residencia de estudiantes.

Finalmente, se señala la necesidad de precisar y definir con meridiana claridad la modalidad, la unidad de vivienda regulada en el artículo 65 de la Ley de Turismo, Ocio y Hospitalidad y su relación con el ordenamiento preexistente de usos terciarios hoteleros previsto en el PGOU.