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Culmina por todo lo alto la Semana Santa Marinera de la normalidad

El Desfile de Resurrección vibra al ritmo de la música y la tradición ante unas calles de los barrios marítimos rebosantes de público | Casi 4.000 cofrades participan en esta cita tan especial

Candela García

Candela García

Los barrios de Poblats Marítims se han sumido esta mañana en una gran celebración que, por sus características, no deja indiferente a nadie. Alrededor de las 13 horas las calles se inundan de música, de cofrades, de personajes bíblicos como María Magdalena o Marta, de representaciones de Cristo y de flores que vuelan con cariño de las manos de los integrantes de las hermandades al público, que les devuelve el gesto con sus aplausos. Este año, además, el Desfile de Resurrección se ha desarrollado con más ilusión que nunca, después de tantos años marcados por la pandemia de coronavirus o la lluvia. Por eso, la despedida de esta edición de la Semana Santa Marinera se ha hecho por todo lo alto.

La cita merecía, sin duda, la larga espera necesaria para coger el mejor sitio. Recién cumplidas las 12 del mediodía, eran muchos ya los que aguardaban en la calle de la Reina la llegada de los cofrades bajo un sol de primavera y una temperatura muy agradable, que han hecho del día una jornada inmejorable. Por fin, al fondo de la avenida, se escuchaban los acordes del famoso "València" de José Padilla, anunciando la venida de los primeros cofrades. "Wow", exclamaba un turista, que se ha quedado sin palabras al ver acercarse a los dos caballos y sus jinetes presidiendo el desfile.

Los hay que es su primer Domingo de Resurrección en los barrios marítimos y se sorprenden con esa explosión de alegría, color y hermandad. Pero también los hay que participan de esta Semana Santa toda la vida. Es el caso de Corpus, Meri y Celestino. Los tres son vecinos de la zona y han vivido desde pequeños esta tradición. "Tres de mis hijos incluso han salido en la procesión. A ver si llega el año que viene y podemos estar aquí otra vez", comparte Corpus.

Lejos de ser una fiesta homogénea, en el Desfile de Resurrección hay hueco para todos y todas. Para los más mayores, pero también para los jóvenes; para las mascotas; para los creyentes, que no pueden contener la alegría de saber que Cristo ya ha resucitado (al menos hasta el año que viene), y para los que simplemente no se quieren perder esta cita tan pintoresca; y, sobre todo, para los niños y niñas. Los había entre el público, atentos a lo que pasaba, a los músicos y jugando con los claveles que habían recibido de los cofrades, pero también los había entre las hermandades, completando todo el recorrido a pesar de que es especialmente largo y obliga al ayuno por lo menos hasta pasadas las 15 horas. Eso sí, nada de ello ha impedido que disfruten como los que más.

Un emotivo encuentro

Pero los grandes protagonistas son los y las cofrades. La participación ha sido muy numerosas: entre 3.700 y 3.900 personas han desfilado por las calles de los barrios marítimos. A su paso, iban dejando los gritos de la gente con todo tipo de halagos. "Guapo, guapa", era el más recurrente. Pero también una ola de aplausos que les ha acompañado durante todo el recorrido, y el olor tan característico a clavel. Para ellos, el Domingo de Resurrección ha empezado mucho antes.

Concretamente, a las 9 horas, cuando han arrancado los últimos actos de la Semana Santa Marinera. Uno de los momentos más especiales es la oración al Cristo de Medinaceli, que se celebra en la dársena del puerto. Y así, al borde del muelle, la imagen de Jesús ha escuchado la ceremonia en su honor y por los difuntos, especialmente los fallecidos en el mar. Después, se ha ofrendado una corona de laurel. Tras la oración, las imágenes del Cristo y de la Dolorosa han protagonizado un emotivo encuentro en las atarazanas.

Emoción en el Encuentro del Domingo de Resurrección en el Cabanyal

Candela García

"Nunca había sentido lo que sentí el primer año que procesioné con la Cofradía de Jesús de Medinaceli", reconoció Inma Ruiz de camino al encuentro con la Virgen. Fue clavariesa de honor en 2017 y desde entonces ha participado en la Semana Santa Marinera, al menos lo que le han permitido las circunstancias. Este sentimiento es lo que mantiene viva la tradición de generación en generación. Joaquín sostiene es sus brazos a uno de los cofrades más pequeños, Marc, que todavía no ha cumplido un añito. "Nosotros hemos vivido esto desde pequeños", afirmó el padre, acompañado por su familia.

"La gente se ha multiplicado"

Con todo, esta edición de la Semana Santa Marinera ha sido un éxito. "Ha sido el año de la normalidad. Desde la Junta Mayor hemos hecho una gran campaña de difusión y de promoción a nuestra fiesta y estamos viendo los resultados. La afluencia de gente se ha multiplicado", compartió con este periódico Carles Genís, presidente de la Junta Mayor de la Semana Santa Marinera.

Genís puso en valor la tarea que se ha llevado a cabo desde el Consejo de Gobierno para innovar. "Hemos ajustado actos como el final del Santo Entierro, en el que hicimos una entrada del Cristo Yacente con un juego de luces y música. Estamos muy contentos, porque este era el propósito de este consejo de Gobierno", añadió. Cabe recordar también que este 2023, por primera vez, un espectáculo pirotécnico con cuatro disparos simultáneos.

"Quiero agradecer a los y las cofrades el interés que han mostrado y la confianza que han depositado en nosotros. Por su puesto, agradecer a los asistentes que vengan a vernos y quieran compartir con nosotros la gran fiesta de los Poblats Marítims", concluyó.