Orriols, Malva-rosa y Ciutat Jardí se movilizan contra la droga y el ruido

Los barrios más conflictivos son también los barrios más reivindicativos con el Ayuntamiento de València. Ya lo eran con el gobierno de Joan Ribó y lo siguen siendo con el de María José Catalá. Uno de los lemas de Amics de la Malva es: «Gobierne quien gobierne, la Malva-rosa se defiende». Está claro que es toda una declaración de intenciones.

Esta misma semana, y en apenas dos días, Orriols, la Malva-rosa, y Ciutat Jardí y plaza Honduras han salido a las calles o van a salir hoy mismo, de nuevo, para reclamar soluciones al gobierno municipal liderado por Catalá contra el ruido, el incivismo y el narcotráfico. 

En Orriols, ayer, los componentes de Orriols en Lucha celebraron una cacerolada de protesta en el cruce de la calle Padre Viñas con San Juan de la Peña. Los vecinos acordaron en una asamblea celebrada a primeros de mes continuar con las movilizaciones pues hay varios proyectos pendientes que siguen sin llevarse a cabo. Además, entienden que hay que seguir con la presión sobre el gobierno de PP y Vox reivindicando que no baje el despliegue de la Policía Nacional y de la Policía Local en la zona. La propia alcaldesa recibió a una representación ciudadana hace pocos días pero los residentes están hartos «de promesas y queremos «realidades», tal como señalan sus portavoces.

Esta tarde, protesta en la Malva-rosa

Lo mismo ocurre con la Malva-rosa, donde se ha convocado para esta tarde, a las 19,30 horas, otra manifestación-cacerolada para exigir que se ponga en marcha el plan de derribos en las Casitas Rosas, así como las inversiones para regenerar diversos puntos del barrio del Marítim. El martes pasado, un grupo de vecinos de la Malva-rosa se concentró ante el pleno municipal, que se celebró en la Diputació de València, con el mismo motivo. Tanto Orriols como Malva-rosa han anunciado un «otoño caliente» con movilizaciones continuas, asambleas y protestas. Para hoy, se han citado en la esquina de la Avenida Malva-rosa con la calle Mendizábal para marchar en manifestación hasta las cuatro esquinas y hacer esta cacerolada. «¡Haz ruido, que nos oigan!. No al mercado de la droga. Sí a un plan para Casitas Rosas», es el lema de esta acción reivindicativa. Después de dos manifestaciones multitudinarias en el barrio y de concentrarse frente al ayuntamiento, los vecinos del Marítim siguen en la lucha ciudadana. 

Hoy, concentración en Ciutat Jardí

Mientras, en Ciutat Jardí, las entidades vecinales de Plaza Honduras, El Cedro y adyacentes, han quedado esta tarde a las 19 horas en una concentración para reclamar al ayuntamiento que aplique ya las sentencias judiciales que obligan a implantar la Zona Acústicamente Saturada en estos barrios. En un comunicado emitido por estas entidades de Ciutat Jardí, los vecinos advierten: «Las dos medidas adoptadas por la nueva corporación para combatir este problema, presencia policial y baldeo de las calles, no dan resultado. Seguimos con las terrazas masificadas, el botellón, el vandalismo en estas plazas y sus zonas adyacentes, lo que perturba la vida de los vecinos y ha convertido nuestras noches en un infierno», lamentan.

 «Nuestro barrio es una zona insalubre donde no se puede dormir y se llena cada noche de basura, por lo que nuestro barrio no puede formar parte de la València Capital Verde Europea 2024», denuncian los dirigentes vecinales. Por ello, el ayuntamiento tiene que afrontar el problema: «Reconocer Honduras y Cedro como ZAS y ejecutar con urgencia un paquete de medidas eficaces y contundentes», recogidas en las sentencias citadas.

Ruta por El Carme

Por último, este martes, la asociación vecinal Amics del Carme organizó una «passejada» con el concejal de Limpieza y responsable de la ZAS del Carmen, el popular Carlos Mundina, para mostrarle las zonas más problemáticas del barrio y reclamar soluciones. A lo largo del recorrido el edil se reunió con los residentes en los llamados «puntos negros» del ruido y la basura. 

Mundina tomó nota de problemas como el de la calle del Pou, donde duerme gente sin hogar que alivia sus necesidades más básicas en la vía pública.  De ahí siguieron caminando hasta las plazas del Tossal y del Negrito, dos de las más ruidosas de la ciudad. «El concejal pudo comprobar que los locales se saltan todas las normas y sus clientes generan molestias hasta las 3 de la mañana», concluyó Lluís Mira, presidente de Amics del Carme.

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