La puerta fortificada de la Boatella, al descubierto

Los arqueólogos localizan uno de los dos torreones de la puerta sur de la muralla islámica del siglo XI

La puerta de la Boatella y uno de sus torreones aparecen en San Vicente

La puerta de la Boatella y uno de sus torreones aparecen en San Vicente / A.V./SEMAR

El equipo de arqueólogos que trabaja en las obras de canalización que lleva a cabo la Concejalía del Ciclo Integral del Agua en el primer tramo de la calle San Vicente, en pleno centro histórico de València, ha documentado los restos de uno de los dos torreones que flanqueaban la puerta de la Boatella, la entrada principal de la València islámica (Balansiya) y una de las siete que tenía la muralla del siglo XI, la época de taifas y expansión de la ciudad. A principios de semana los arqueólogos, bajo la dirección de Marisa Serrano, ya localizaron entre colectores de aguas residuales de distintas épocas los muros de la citada puerta y posteriormente han localizado un torreón de lo que sería una puerta fortificada. Se trata de la segunda de las siete puertas del recinto defensivo islámico que se localiza en la ciudad.

 Aunque bastante deteriorada por obras de épocas posteriores, en especial de los colectores de aguas residuales, se ha podido documentar en la última de las zanjas abiertas, entre la calle San Vicente y la plaza Mariano Benlliure, la puerta sur (de la Boatella) y una de sus torres, de planta cuadrada y diez metros, al menos, por lado. 

El descubrimiento lo ha hecho el mismo equipo que en 2018 descubrió los restos de la entrada norte de la muralla islámica, en otras obras del Ciclo del Agua junto a la plaza del Temple. Hasta ahora no se han podido documentar otras puertas del recinto amurallado de época islámica, que inicialmente tenía cuatro entradas y posteriormente se ampliaría. La intervención ha sido supervisada por el Servicio Municipal de Arqueología del Ayuntamiento de València.

La estructura de la puerta de la Boatella y su torreón está alterada y atravesada por el colector del siglo XVII, cubierto por grandes losas de piedra que también se ha localizado en la intervención. Los hallazgos ya han sido protegidos con malla geotéxtil y grava y tapados de nuevo. 

La calle San Vicente es una pieza clave de la reordenación del tráfico en el centro histórico que estará operativa el 12 de diciembre.