El puerto asume los amarres de la Marina e incluye el uso comercial y un varadero en la concesión

Mar Chao asegura que no se privatiza la Marina y que "es de nota la velocidad con la que se ha intentado resolver la maraña del Consorcio Valencia 2007"

Catalá consigue incluir una cláusula que compromete al futuro concesionario a reservar espacio ante un posible regreso de la Copa del América

El puerto desbloquea el concurso de los amarres tras asumir el control de la Marina de València

J. M. López / A. Iranzo

La Autoridad Portuaria de València (APV) no ha dudado en incluir usos lucrativos para atraer inversores en la licitación de los amarres de la Marina de València aprobada esta mañana en el consejo de administración de la APV (algo que hace solo unos meses no permitió hacer al Ayuntamiento de València con el edificio de los Docks).

El contrato para la gestión de los 800 amarres del antiguo recinto de la Copa del América (marinas sur y norte y el pantalán de megayates), valorado en su día en 25 millones de euros, va más allá de la lámina de agua. El ámbito del contrato abarca 235.000 metros cuadrados de suelo que permitirá al adjudicatario la explotación de la zona de restaurantes de la bocana y dos pastillas (85.000 m2) de uso terciario-industrial de la marina sur donde podrá construir un varadero para reparación y construcción de barcos y en la que se permiten también usos comerciales y edificaciones auxiliares de la zona náutico-deportiva. En su día allí se proyecto un polideportivo náutico con tiendas. Así consta en los pliegos de condiciones aprobados hoy por el Consejo de Administración de la APV, al que ha asistido la alcaldesa de València y consejera, María José Catalá.

Catalá y la presidenta de la APV, Mar Chao, han dado cuenta en una rueda de prensa posterior al consejo de los acuerdos alcanzados para desatascar la concesión de los amarres y avanzar en la liquidación del Consorcio Valencia 2007, creado por las administraciones Estatal, autonómica y local para impulsar la Copa del América y en liquidación desde 2021 tras la condonación de la deuda millonaria por parte del Gobierno socialista. La concesión de los amarres estaba bloqueada desde 2017 por una denuncia por competencia desleal que quedará zanjada con la concesión a un tercero aprobada hoy.

Puerto y ciudad tendrán que valorar ahora en qué situación quedan los Docks, los Tinglados y la Base del Alinghi, cuya gestión ha estado hasta ahora en manos de la ciudad, y avanzar en la liquidación definitiva del Consorcio.

La Marina de València

La Marina de València / Germán Caballero

"Hacer de la liquidación oportunidad"

La prioridad para el ayuntamiento y el puerto es liquidar el anterior órgano gestor y dar cierta seguridad a las empresas concesionarias. "Queremos convertir la liquidación del Consorcio Valencia 2007 en una oportunidad de futuro", ha asegurado la alcaldesa quien prevé que con la comisión bilateral para la liquidación definitiva del consorcio se de "agilidad a los negocios e inversores que quieran aterrizar en la Marina".

La presidenta del puerto, Mar Chao, ha querido incidir en que los amarres no se «privatizan» porque «siguen siendo dominio portuario». «Ha sido de nota la velocidad con la que se ha intentado resolver la maraña del Consorcio Valencia 2007», ha dicho Chao.

Sin avances en el órgano de cogestión

El puerto asume así la gestión de los amarres y la lámina de agua de la Marina de València. La gestión de este espacio como puerto autonómico que en la pasada legislatura anunció el gobierno del Botánico se aparca, lo que no impedirá que la Generalitat forme parte a futuro del ente gestor que sustituya al ya liquidado Consorcio València 2007.

En el consejo del puerto no ha habido hoy avances en relación al futuro órgano de cogestión para la Marina, en el que se espera que esté la Generalitat, ausente en la rueda de prensa de hoy.

La empresa adjudicataria deberá acreditar solvencia económica y experiencia de al menos cinco años en la gestión de marinas con al menos 250 amarres. Como informó este diario, en la pasada legislatura hubo contactos de empresas privadas de gestión de marinas de lujo con la Autoridad Portuaria para tantear las posibilidades de asumir la gestión de los amarres de València. Hay que recordar que los amarres eran gestionados hasta ahora por el Consorcio València 2007, y representaban su principal fuente de ingresos.

Reserva de espacio para la Copa del América

Una de las concesiones a la ciudad en este pliego de condiciones es una cláusula (la vigésima) donde se contempla que la empresa concesionaria deberá reservar espacio, y en su caso "desalojar" embarcaciones, para la celebración de la Copa del América, un evento deportivo que la alcaldesa tiene intención de recuperar para València y cuya próxima edición se celebrará en Barcelona el próximo año.

Los grupos de la oposición (Compromís y PSPV) no han tardado en criticar a la alcaldesa por regalar al puerto para que lo privatice el recinto de la Marina tras años reivindicando que se cediera a la ciudad como espacio de innovación, cultural y de uso ciudadano.

Consciente de las críticas a la reversión de espacios portuarios a la ciudad, Chao ha subrayado el carácter urbano de la Marina de València. Su intención es "mejorar lo que tenemos". València, ha precisado, es una de las ciudades con "mayor disposición de dominio público" portuario respecto a otras ciudades que también reclaman la cesión de terrenos portuarios ya en desuso.

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