Los vecinos de Orriols se hartan: "Estas calles también son nuestras"

Vecinos y vecinas del barrio protestan en San Juan Bosco contra la quema de contenedores y la peligrosa degradación de la llamada zona cero

Unas 150 personas asisten a la cacerolada mientras el ayuntamiento ha instalado ya dos cámaras para controlar el tráfico y la delincuencia

Los vecinos de Orriols se hartan: "Estas calles también son nuestras"

Miguel Ángel Montesinos

Claudio Moreno

Claudio Moreno

Los vecinos y vecinas de Orriols han tomado la zona más conflictiva del barrio, cacerola en mano, para lanzar un mensaje a los causantes de tanta tensión: pese a la frustración y el miedo, no dejarán de reclamar su derecho al espacio público. «Esta protesta es una reacción de repulsa a la quema de coches y contenedores de hace varios días. Queremos evidenciar que los vecinos no vamos a permitir este tipo de cosas. Que estas calles también son nuestras», dice Teresa Díaz, vecina del barrio e integrante de Orriols en Lucha. Unas 150 personas han participado en esta protesta en la que ha trascendido que el Ayuntamiento de València ha instalado dos cámaras en las calles Padre viñas y otra en Santiago Rusiñol. "Fue un compromiso de la alcaldesa en la reunión de concejalias con los vecinos y son de tráfico pero también están conectadas con la Sala 092".

El ruido de las cacerol participsadias fue una manifestación de rabia por la secuencia de malas noticias que parece no tener fin. 2023 se despidió con navajazos a plena luz del día, 2024 ha comenzado con un detenido por violación y un incendio que dejó varias fachadas gravemente afectadas. “Ya ni siquiera hace falta que salgas de casa. Puedes estar durmiendo de madrugada y que te llegue el fuego a casa. Esto es la gota que ha colmado el vaso”, resume la vecina. 

La respuesta al vandalismo no se hizo esperar. La Policía Nacional detuvo el martes al presunto autor de los hechos y por la noche desplegó un operativo que se saldó con 14 detenidos, 210 personas identificadas, 11 actas por armas y 5 por tenencia de drogas. “En estas operaciones puntuales siempre se detiene a gente, pero no parece que sea la solución al problema”, comenta Mari Carmen Tarín, portavoz de Orriols en Lucha. A cambio, los vecinos reclamaron una comisaría en el barrio, la instalación de cámaras en zonas problemáticas y una intervención integral –del Urbanismo a la jardinería– que no lo fíe todo al trabajo punitivo. “Tampoco queremos vivir en un estado de sitio”, fija Díaz. 

En ese sentido, el vecindario concentrado en la calle San Juan Bosco quiso dejar claro que Orriols es un barrio completamente distinto durante el día, rico en culturas, con sus calles pobladas de gente y la actividad rutinaria de cualquier otro distrito de la ciudad. Todo cambia cuando cae la noche y buena parte de los vecinos se autoimponen un toque de queda, dejando vía libre a la delincuencia. Todo cambiaría, dijeron también, si las administraciones públicas intervinieran unas calles que salen y entran de la agenda política a golpe de noticia. “Orriols parece un poco ciudad sin ley pero en realidad no es así. El problema es la noche. Y es algo que llevamos sufriendo desde hace muchísimos años sin que nadie haga algo para solventarlo”, lamentan las vecinas. 

A la protesta también acudió el portavoz del grupo socialista, Borja Sanjuán, para mostrar su solidaridad con el barrio y afear la gestión de su conflictividad. "Está claro que el problema va mucho más allá de la administración pública y no se puede decir que sea vandalismo ni un hecho aislado. Los vecinos lo que están pidiendo es que la alcaldesa se comprometa con Orriols como se compromete con la Gran Vía", señaló.

Finalmente, Papi Robles, de Compromís, también ha secundado la protesta y ha reconocido que la receta para Orriols no es sencilla, pero hay una base sobre los que comenzar a atajar la inseguridad: "Catalá tiene a su disposición los proyectos de barrio que nosotros dejamos preparados. Debe pisar más la calle y recuperar la mesa interconcejalías que tanto funcionaba para los vecinos", ha remarcado Robles.