Tres han sido los momentos más dramáticos vividos este año 2018 en Valencia: agosto, octubre y noviembre. Estos dos últimos meses fueron testigos de dos fortísimos temporales (dos gotas frías) que provocaron numerosas inundaciones en buena parte de la provincia de València, el 'Cap i Casal' incluido, y dejaron sin clase a miles de niños, mientras que en agosto se produjo otro de los momentos más trágicos: un devastador incendio iniciado en Llutxent que asoló numerosos núcleos urbanos, quemó más de 3.000 hectáreas y obligó a evacuar a miles de personas.

La gota fría de octubre dejó enormes cantidades de agua en muchos puntos de la provincia, como en El Palmar, donde se contabilizaron 235 l/m2 en apenas unas horas, hizo que numerosos ayuntamientos decidiesen suspender las clases para evitar desplazamientos innecesarios y dejó atrapados a cientos de conductores que, pese a los avisos, se vieron sorprendidos por la intensa lluvia que cayó a mediados de mes. Incluso se llegó a suspender la jornada de fútbol regional como medida de precaución. No en vano, se trataba de la gota fría más grave que llegaba a Valencia en los diez últimos años.

Gota fría: Inundaciones en el tranvía de València

Gota fría: Inundaciones en el tranvía de València

Apenas un mes después, la situación se volvía a repetir cuando otro temporal sacudió con fuerza varias comarcas valencianas como la Safor y la Ribera, donde se registraron lluvias de casi 400 l/m2. Primero empezó en la Safor, al día siguiente descargó con fuerza en la Ribera y, luego, se desplazó a l'Horta, la ciudad de València y la provincia de Castelló, donde la lluvia dejó estampas insólitas en la capital del Turia, con autobuses inundados, estudiantes atrapados en la universidad y centenares de conductores inmersos en grandes atascos por la lluvia. De nuevo las intensas precipitaciones dejaron inundaciones, carreteras afectadas y miles de niños sin colegio.

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La tormenta provoca graves inundaciones en Alzira y otros puntos de la Ribera Alta

Meses antes de estas lluvias, un rayo latente originado por una tormenta seca provocó uno de los peores incendios que se recuerdan en años y, desde luego, el peor de todos los ocurridos este año en la Comunitat Valenciana: el incendio forestal de Llutxent. El siniestro arrasó más de 3.000 hectáreas de siete municipios diferentes, quemó gran parte de valiosos parajes naturales y obligó a desalojar a miles de vecinos de diferentes urbanizaciones y municipios de la Safor Safor y la Vall d'Albaida. Fueron días de angustia en los que los afectados veían con impotencia cómo ardían sus casas sin que pudieran hacer nada por evitarlo.

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Incendio forestal en Llutxent

Las tormentas que prácticamente cada tarde se formaban en la provincia de Valencia no ayudaron a sofocarlo; de hecho, llegaban prácticamente agotadas y sin agua a la zona del fuego, pero con gran intensidad de viento, de forma que las llamas revivían y los focos viraban a su antojo para amenazar cada vez más a los núcleos de población. Finalmente, y tras recibir la ayuda de numerosos medios aéreos de toda España, el incendio se dio por extinguido a mediados de agosto.se dio por extinguido a mediados de agosto