Agresión

La víctima de la agresión en Metrovalencia: "Estaba en shock, solo pensaba en que no podía respirar"

La mujer agredida por dos vigilantes de seguridad al intentar entrar en la estación denuncian que la redujeron en dos ocasiones y solo pudo grabar la segunda

El agente de seguridad mientras le pisa el cuello a la víctima

El agente de seguridad mientras le pisa el cuello a la víctima / Levante-EMV

Gonzalo Sánchez

Gonzalo Sánchez

Eran las 4:30 de la mañana y Ana y su primo esperaban en la puerta de una de las bocas de la estación de metro de la línea 10 para volver a casa. Al ver abrirse la persiana, dando por iniciado el servicio nocturno, decidieron pasar. Al entrar, dos vigilantes de seguridad pensaron que esta joven de 23 años intentaba colarse. La conversación subió de temperatura, y tras intercambiar insultos, los hombres la tiraron al suelo y la redujeron pisándole la cabeza con la rodilla.

Esto lo hicieron dos veces. La primera duró unos diez minutos según el testimonio de la víctima. Tras soltarla mientras su primo grababa, la joven hizo otro comentario que provocó que los vigilantes de seguridad se volvieran a abalanzar sobre ella y le chafaran de nuevo la cabeza con la rodilla, llegando a estar los dos encima de la joven.

Así lo denuncia la joven víctima de la agresión por parte de dos vigilantes de seguridad en una estación de la nueva línea 10 del metro de València. Los hechos fueron grabados por su primo y publicados en redes sociales. Falta por conocer los detalles de la investigación, pero por el momento, la empresa de seguridad concesionaria ha apartado del servicio a los dos agentes por esta agresión, según informó Conselleria de Infraestructuras a Levante-EMV.

"En ese momento estaba en shock, solo pensaba en que no podía respirar y me acordaba del caso del hombre de Estados Unidos", explica la víctima en una conversación telefónica. La víctima, que tiene la nacionalidad española, denuncia además que los guardias supuestamente le profirieron comentarios racistas como "eres una inmigrante, aquí no vales nada" o machistas: "¿No queríais igualdad? Pues toma igualdad". Ninguno de estos comentarios está grabado.

"Se me tiraron encima y me pisaron la cabeza, como si llevara un arma o hubiera matado a alguien", explica la víctima

En el vídeo prácticamente se recoge toda la agresión y la conversación entre la víctima, un acompañante o testigo y los agentes de seguridad de la estación. La víctima y los guardias discutían en un principio al considerar estos últimos que ella se había colado en las instalaciones del metro sin billete, algo que la mujer niega. En medio de la discusión, los dos agentes se abalanzan sobre la joven, a la que empujan contra la pared. Luego la reducen en el suelo entre los dos, agarrándola del cuello y presionándole la cabeza con las manos. La mujer pide llorando que la suelten y trata de zafarse sin conseguirlo. Uno de los dos guardias se queda inmovilizándola y para ello le presiona con la rodilla sobre el cuello.

"Que te calles ya, que no me duras nada, ¿qué te crees que eres? No eres nadie, vais a venir aquí y me vais a respetar por mis cojones", le grita a la joven el guardia de seguridad mientras le aplica la técnica de inmovilización. El agente se llega a dar a sí mismo dos manotazos en la pierna, muy cerca de la cabeza de la víctima. "Eres una mierda, estate quietecilla ya", prosigue el guardia.

"Se me tiraron encima como si llevara un arma"

la respuesta de los vigilantes de seguridad fue totalmente desproporcionada

En la segunda ocasión en que le redujeron su acompañante grabó toda la actuación hasta que llegó la policía y después lo colgó en redes sociales bajo amenaza de denuncia por parte de los vigilantes por infringir las normas de protección de datos.

Al llegar la policía, denuncia la víctima, los vigilantes afirmaron que la joven tenía droga. "Me cachearon y obviamente vieron que no llevaba nada y entonces me soltaron", explica. En ese momento "seguía llorando y lo único que quería hacer era irme a mi casa", añade.

La joven explica que las indicaciones de la policía fueron que denunciara la agresión y fuera a hacer un parte de lesiones, aunque no la acompañaron. También añade que el trato del primer agente que vino no fue "muy correcto, pero el segundo ya me atendió mucho mejor". Finalmente fue su madre la que la recogió para llegar al hospital y al día siguiente pusieron la denuncia.

La joven reivindica que "no toqué a nadie, lo único que hice fue hablar y me tiraron al suelo". Asegura que es la primera vez que le ocurre algo como esto y que a día de hoy todavía se encuentra en un estado de nervios.