Cambios súbitos de tendencia atmosférica

La borrasca "Óscar" trajo lluvias intensas

La borrasca "Óscar" trajo lluvias intensas / PAULA GONZÁLEZ

Jorge Olcina

Los modelos estacionales han avanzado enormemente en los últimos años. Y cada vez tienen más demanda en la sociedad. Los medios de comunicación se hacen eco de las proyecciones para una estación del año, especialmente en verano, por las implicaciones que tiene para el desarrollo de actividades de ocio en los meses de calor. Pero el proceso actual de cambio climático está incorporando procesos atmosféricos que se desarrollan de forma súbita y que alteran las previsiones iniciales de estos modelos. 

Ocurrió el pasado invierno debido al desarrollo de un proceso de calentamiento súbito de la estratosfera que tuvo lugar en febrero. Y ha vuelto a ocurrir en mayo, con la instalación de un alta de bloqueo muy persistente en el Atlántico norte, que ha favorecido la génesis de jornadas de inestabilidad, lluvias y tormentas en nuestro país. La última fase de esta secuencia, no prevista en los modelos estacionales, ha sido la borrasca «Óscar», que nos ha afectado en los últimos días. 

Tanto para el invierno como para la primavera se señalaba una secuencia de precipitaciones con arreglo a la normalidad o inferiores a la media, que iba a agravar de forma preocupante la situación de sequía. Especialmente en el área mediterránea. Y resulta que se han vuelto a batir registros de lluvia para un mes de mayo en muchos observatorios de esta parte de España, alejando temporalmente el fantasma de las restricciones. 

Confío mucho en los modelos estacionales. Son muy fiables para las temperaturas. Pero muestran deficiencias en la modelización de las precipitaciones. Porque con atmósferas cálidas, movimientos acelerados de masas de aire en busca de equilibrio térmico regional y, sobre todo, mares que van acumulando calorías a ritmo acelerado, los cambios súbitos de tendencia atmosférica a tres meses vista están servidos en cualquier estación del año.