València vive el mes con más noches tórridas de su historia

La media de las temperaturas nocturnas de este julio, con 24,7 ºC, es la más cálida desde 1869

De los 20 meses con noches más cálidas, 16 son del siglo XXI y dos de la última década del siglo XX

Un hombre se refresca en la fuente de la plaza de la Virgen.

Un hombre se refresca en la fuente de la plaza de la Virgen. / Eduardo Ripoll

Rafel Montaner

Rafel Montaner

Este julio de 2023 pasará a la historia como el mes que más noches tórridas ha sufrido la ciudad de València en siglo y medio, con un total de 16 madrugadas en las que la temperatura mínima se ha mantenido por encima de los 25 ºC. En el observatorio de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en los jardines de Viveros el termómetro este julio no ha bajado de los 25º C durante 13 noches consecutivas, desde la madrugada del dia 13 hasta la del 25. Las otras tres noches tórridas fueron las del 27 y 28, y la última la madrugada de este lunes.

El jefe de Climatología de la Aemet en la Comunitat Valenciana, José Ángel Núnez, explica que "hay una correlación muy alta entre la temperatura del agua del mar y las noches cálidas en el Mediterráneo y este año el mar está muy cálido, sobre todo cerca del litoral. La boya de València de Puertos del Estado ha superado este mes varias veces el récord de temperatura más alta del agua del mar en un mes de julio. Esta temperatura tan alta del mar y el viento de levante que ha predominado este mes, es uno de los factores que ha dado lugar a que las noches estén siendo extremadamente cálidas no sólo en València, sino en toda las ciudades costeras e incluso de interior".

La media de las temperaturas nocturnas en València de este julio, con 24,7 ºC, es con diferencia, la más cálida de la serie, incluyendo todos los meses del año, también agosto. Con datos desde 1869 en Valencia, el mes con las noches más cálidas fue julio de 2015, con una media de 24.2 ºC, seguido por agosto del año pasado, cuyas noches tuvieron una temperatura media de 23.9 y agosto de 1994, con una media de 23.8.

Más de siglo y medio de datos

Este récord de València "es muy significativo por tener más de un siglo de datos", apunta Núñez. Las noches más cálidas del siglo XX en el observatorio de la Aemet en Viveros fueron las de agosto de 1994 (que ocupar el cuarto lugar en la serie ordenada, tras julio de 2023, de 2015 y agosto de 2022, mientras que el mes con noches más cálidas del siglo XIX fue el de agosto de 1876, que tuvo una media de 23.0 ºC (1.7 inferior a la de 2023) y ocupa el decimo séptimo lugar en la serie ordenada.

De los 20 meses con noches más cálidas en València, 16 son del siglo XXI, dos de la última década del siglo XX, y los otros dos 1989 y 1876. Para el portavoz de la Aemet "todos estos récords de calor están muy vinculados con el cambio climático, aunque habría que hacer un estudio detallado de atribución para establecer claramente un vínculo con el cambio climático, quedan pocas dudas de que esto es así y de que estas temperaturas habrían sido imposibles sin el ascenso de temperaturas de las últimas décadas".

El cambio climático convierte a las olas de calor en episodios "normales"

Para José Ángel Núñez "el calentamiento de la atmósfera, el océano y la tierra debido a la influencia humana es inequívoco y con el ascenso de temperatura media, necesariamente los fenómenos extremos relacionados con el calor son más intensos, extensos y frecuentes, frente a los fenómenos relacionados con el frío, que cada vez son más raros y menos intensos en nuestro territorio"

"el calentamiento de la atmósfera, el océano y la tierra debido a la influencia humana es inequívoco"

José Ángel Núñez

— Jefe de Climatología Aemet Comunitat Valenciana

El experto relata que el equipo de World Wheather Atribution "ha hecho un estudio rápido de atribución de las olas de calor de este mes de julio en varios puntos del hemisferio norte y la conclusión principal es que 'El cambio climático las ha convertido (a las olas de calor) en episodios normales, con una probabilidad de ocurrencia de una vez cada cinco a quince años en función del evento; sin la contribución antropogénica al calentamiento global, ocurrirían una vez cada 250 años en Asia y habrían sido virtualmente imposibles en América y Europa'"

Es decir, para José Ángel Núñez, "las actividades humanas están detrás de los insólitos registros de temperatura de este mes de julio no solo en la Comunitat Valenciana por lo que respecta a las temperaturas nocturnas, sino también en gran parte del hemisferio norte".