víctimas del incendio

Hablan los desalojados por el incendio: "Ha sido imprevisto, no sabemos dónde iremos"

Los vecinos de Ador abandonan sus casas por la cercanía de las llamas

Ver las llamas acercarse a tu domicilio es una pesadilla. Así llevan sintiéndose lo más de 850 evacuados por el incendio de Montitxelvo desde anoche al ver con horror las columnas de fuego cernirse sobre sus casas empujadas por las fuertes rachas de viento que azotan la zona desde ayer a mediodía.

Además del drama medioambiental, con más de 2.000 hectáreas calcinadas ya, según ha anunciado el propio presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, se le suma el drama humano. El último municipio en sumarse a la lista de evacuados es Ador, en su zona oeste, mientras que el resto de este mismo pueblo, la Font d'en Carròs y Potries han sido confinados.

A primera hora lde la mañana, era la alcaldesa de Ador, Manela Faus, la que recomendaba a sus vecinos no salir de casas por el humo. Al poco tiempo, los peores presagios se han hecho realidad. Las llamas se acercaban tanto al pueblo que los responsables de la extinción han decidido decretar la evacuación. Había que salir cuanto antes del municipio, de forma ordenada pero inmediantamente para evitar riesgos mayores.

Entre los vecinos, la angustia es evidente. El humo y las llamas están a unos metros de sus casas y aunque el dispositivo de seguridad ha funcionado, lo cierto es que han pasado horas de mucha ansiedad.

Alba Torres, vecina de Ador, confirma tras recibir el aviso de evacuación que no sabe qué hará cuando abandone su casa: "Ha sido imprevisto, no sabemos dónde iremos". Verónica, otra vecina, relata los nervios que ha vivido en casa desde que vieron las primeras llamas: "Hemos pasado la noche en el sofá, ha sido muy complicada".

Agustí Fuster, vecino de la urbanización Montecorona de Ador, desalojada desde la tarde del jueves, se mostraba preocupado por si el fuego ha alcanzado su vivienda. "Estoy preocupado. El hecho de no saber nada sobre la casa, si le ha pasado algo o no, es casi peor que tener información porque te hace imaginarte lo peor", explica a Levante-EMV.

Por su parte, Carmen, otra vecina de la zona oeste de Ador que ha sido desalojada, sale de su casa con el coche junto a su gato, que maulla nervioso a su lado. Explica que "hemos pasado una noche fatal, todo el tiempo en el sofá, mirando si bajaba el fuego a la zona de las viviendas", señalaba.

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