Del contenedor amarillo a una nueva vida como silla de bar

En la Comunitat Valenciana se reciclan cada año 200.000 toneladas de envases domésticos

Más de una cuarta parte de los residuos que se echan al contenedor amarillo son impropios

Cómo se reciclan los envases de plástico en Valencia

Miguel Ángel Montesinos

València

¿Sabía que una simple bolsa de supermercado o una botella de champú pueden acabar teniendo una segunda vida como palo de escoba, una silla de bar o incluso mobiliario de jardín? Para que esta transformación tenga lugar basta con un sencillo gesto: depositar los envases de plástico, briks y latas en alguno de los 25.000 contenedores amarillos repartidos por toda la geografía valenciana.

Ecoembes, la organización sin ánimo de lucro que gestiona en España el reciclaje de los residuos que se depositan en el contenedor amarillo y azul, explica que el año pasado se reciclaron en la Comunitat Valenciana 200.000 toneladas de envases domésticos. Tres cuartas partes de este volumen de envases, 150.000 toneladas, provienen del contenedor amarillo y el resto, hasta 50.000 toneladas, se recuperaron del contenedor marrón de restos sin separar.

Balas de film y de plástico mezcla en la planta de reciclaje de Torrent de SP Berner.

Balas de film y de plástico mezcla en la planta de reciclaje de Torrent de SP Berner. / Miguel Angel Montesinos

El reciclaje de los envases domésticos que llevamos al contenedor amarillo comienza en alguna de las 5 plantas de selección que hay en la Comunitat Valenciana donde se separan los residuos en distintas fracciones. Por un lado, los metales (acero y aluminio) de las latas y, por otro, los envases de PET como las botellas de plástico, así como también los envases de polietileno de alta densidad, como las botellas de detergente, y el polietileno de baja densidad flexible que se conoce como film y que incluye principalmente a las bolsas de plástico, y también los envases brick.

Planta de reciclaje en Torrent

La segunda fase del reciclaje se lleva a cabo en las plantas de transformación de estos residuos en un nuevo producto, como la que tiene la empresa valenciana SP Berner en Torrent. Una instalación de más de 72.000 m2 que da trabajo a más de 50 personas y que tiene capacidad para reciclar 40.000 toneladas de envases al año a razón de más de 100 toneladas al día.

Esta planta de Torrent está especializada en reciclar residuos de plástico mezcla (envases de yogur, tarrinas de postres y mantequilla, bandejas…) y film (bolsa de patatas fritas y snacks, bolsas de supermercado, film para envolver comida…). El responsable de la división de reciclaje de SP Berner, Ismael Sánchez López, detalla que las balas de film y plástico mezcla que llegan procedentes de las plantas de selección donde se fraccionan los residuos de los contenedores amarillos, se someten "a un exhaustivo proceso de clasificación y limpieza antes de triturarlas con el fin de transformarlas en una materia prima con la que crear nuevos productos plásticos".

Proceso de clasificación de residuos plástico en la plantade reciclaje de la empresa SP Berner en Torrent.

Proceso de clasificación de residuos plástico en la plantade reciclaje de la empresa SP Berner en Torrent. / Miguel Angel Montesinos

Sensores ópticos

A través de una cadena de tolvas y cintas transportadoras repletas de sensores ópticos se inicia un proceso de clasificación continua que no cesa en ningún momento. Los sensores diferencian el material plástico a partir de sus propiedades ópticas y mediante sopladores de aire los van encaminando en un sentido u otro de las cintas transportadoras. Incluso separan también los restos metálicos de latas que puedan haber llegado a la planta mezclados entre las balas. Además, durante la fase de lavado y descontaminación prosigue la selección, pues al llegar a las balsas de decantación hay residuos plásticos que por sus propiedades físicas flotan y otros no.

El responsable de la división de reciclaje de SP Berner, Ismael Sánchez, muestra el producto triturado antes de su separación por colores.

El responsable de la división de reciclaje de SP Berner, Ismael Sánchez, muestra el producto triturado antes de su separación por colores. / Miguel Angel Montesinos

Una vez conseguida una mezcla lo más homogénea posible, se tritura con el fin de facilitar su transformación. El producto triturado y secado se segrega según los colores con el objetivo de optimizar el uso de colorantes. En el caso de la planta de Torrent los sensores ópticos están programados para separar el triturado en dos grandes grupos, colores claros y oscuros. Este triturado se transforma finalmente en un compuesto con base de polipropileno para inyección de nuevos productos plásticos. Dicha conversión se realiza mediante un proceso industrial de extrusión, en el que se funde y moldea el material plástico a flujo constante de presión y fuerza con el fin de generar una especie de espaguetis gigantes que se enfrían y trocean en granzas o pelets.

El espagueti del compuesto con base de propileno generado por extrusión se sumerge en agua para su enfriado.

El espagueti del compuesto con base de propileno generado por extrusión se sumerge en agua para su enfriado. / Miguel Angel Montesinos

Nueva materia prima para la inyección de plásticos

Las grazas de polipropileno para inyección de plásticos que generan en la planta de reciclaje de envases de SP Berner en Torrent.

Las granzas de polipropileno para inyección de plásticos que generan en la planta de reciclaje de envases de SP Berner en Torrent. / Miguel Angel Montesinos

Las granzas, que se guardan en grandes bolsas de hasta 1.100 kg, se transportan a la planta de inyección de plásticos que SP Berner tiene en Aldaia donde se consumen cada año más de 25.000 toneladas de materia prima procedente del reciclaje de envases para crear nuevos productos plásticos. El único requisito es los compuestos procedentes del reciclaje, para evitar la contaminación, no se usen para crear envases de alimentos. A partir de ahí, se puede transformar en todo aquello que la imaginación de los diseñadores y matriceros de esta compañía valenciana ideen: desde cubos de plásticos, a palos de fregonas o de escobas, capazos, mesas y sillas de bares, mobiliario de jardín de lo más diverso, palets y cajas de plástico para ordenación, y ya incluso cerrando el ciclo del reciclaje convertir los plásticos que acabaron en la basura en cubos para depositar la basura. Productos que entre un 80 y un 100 % de su composición procede de plástico reciclado.

Un cubo de basura creado con plástico de reciclaje

R.Montaner.

Para que esta cadena de reciclaje de envases funcione de la forma más ágil posible es clave que sepamos usar correctamente el contenedor amarillo, ya que según explica Álvaro Otero, portavoz de Ecoembes, "en la Comunitat Valenciana más de una cuarta parte de los residuos que depositamos en el contenedor amarillo, el 27 %, son impropios". Es decir, no corresponden con dicho contenedor. "Es un error muy común pensar que todos los objetos que estén fabricados con plástico y que ya no nos son de utilidad, van al contenedor amarillo, pero no siempre es así, pues el objetivo de este contenedor es recoger envases domésticos de plástico, de metal o bricks", apunta Otero.

Los juguetes no van al contenedor amarillo

Una de las prácticas que "más entorpecen el proceso de reciclaje es depositar juguetes de plástico en el contenedor amarillo", señala el portavoz de Ecoembes. El destino más adecuado para los juguetes de plástico, si no están en condiciones de donarse a las organizaciones que se dedican a obras sociales, es llevarlos al ecoparque o depositarlos en el contenedor de restos.

Tampoco se deben llevar al contenedor amarillo biberones y chupetes, utensilios de cocina, cubos de plástico y enseres o muebles de plástico, ni vasos de papel de cafeterías, papel plastificado usado en carnicerías y pescaderías, 'tupperwares', botes tipo 'pringles', cápsulas de aluminio de café, moldes de silicona para cocinar, termos, cajas de CD y DVD, carcasas de vídeos de VHS y cintas de casete, monederos y carteras, bolígrafos, sacapuntas, mecheros, materiales de plástico de cuadros o fotografías, envases de los medicamentos o neceseres.

¿Qué debemos llevar al contenedor amarillo?

  • Botellas y envases de plástico: productos de higiene y limpieza, tarrinas, bandejas, envoltorios y bolsas, botellas con tapas y tapones.
  • Envases metálicos: latas, bandejas de aluminio, aerosoles, botes de desodorante, tapas y tapones metálicos.
  • Briks: de leche, zumos, sopas, etc.
  • Envases de madera: cajas de frutas y verduras, cajas de vinos y espirituosos.
  • Envases de cerámica: de yogures, cuajadas, natillas, etc.