Sanidad se gasta más de 31 millones en mandar cirugías a la privada

La conselleria añade otros 9 millones a los 22 que ya había presupuestado el Botànic para contener la lista de espera

Justifican que ese 41 % de dinero extra es necesario porque "han aumentado los gastos"

El dinero se saca de la bolsa para reformar y equipar hospitales

Imagen de archivo de una operación en el hospital de la Marina Baixa.

Imagen de archivo de una operación en el hospital de la Marina Baixa. / David Revenga

La Conselleria de Sanidad va a cerrar el año gastándose más de 31 millones de euros en enviar a la privada a pacientes en lista de espera para operarse de algo no urgente, el llamado "plan de choque", una de las "muletas" en la que se apoya la administración desde hace años ante la imposibilidad de hacerse cargo de todas estas intervenciones en el tiempo que marca la ley. Así, Sanidad ha pedido tener otros 9.178.000 euros para derivaciones que se añaden a los 22 que el Botànic ya autorizó a principios de año, un aumento del 41 %.

La Conselleria de Hacienda ha autorizado el traspaso del dinero justificando que el gasto de enviar a pacientes a la privada "se ha elevado" durante este 2023 y que las direcciones territoriales (los responsables de los hospitales que son los que derivan según cómo están de colapsados) habían pedido estos 9,1 millones de euros más. El dinero se ha sacado de varias partidas del presupuesto de 2023, en concreto de tres diferentes destinadas a equipamiento y reforma de hospitales.

Con este añadido, 2023 será el año en el que Sanidad más se haya gastado en esta ayuda externa para rebajar la lista de espera. En junio, el último dato conocido, este indicador de la "salud" de la sanidad pública valenciana cerró con una media de 79 días de espera y 72.704 valencianos esperando, a distancia de las malas cifras que dejó la pandemia, pero aún lejos del objetivo óptimo de 70 días con el que se trabajaba.

Sin reparos en contar con la privada

Que el plan de choque se haya reforzado era algo que cabía esperar. Uno de los objetivos que se había marcado Marciano Gómez como nuevo conseller de Sanidad era contener las listas de espera y, el Partido Popular ha sido un firme defensor de la colaboración público-privada en la sanidad (de hecho, el conseller fue uno de los 'padres' del modelo Alzira).

El conseller denunció en su día que, además, la lista de espera que se notificaba no era real, ya que ahí había más pacientes de los 72.704 de los que se daba cuenta. Gómez llegó a ponerle cifra y aseguró que la "realidad sonrojante" que se habían encontrado es que había 38.000 personas más en espera que no se contabilizaban o porque eran otro tipo de cirugías que no estaban en las que se hacía seguimiento o porque sus procesos se hacían sin anestesia general y tampoco entraban en el indicador. Según el conseller se habían encontrado con "3.378 pacientes con patologías graves" que estaban en potencial riesgo vital por no operarse en tiempo.

El Botànic ya aumentó el gasto por la pandemia

El gobierno del Botànic ya tuvo que apoyarse, más de lo que tenían previsto, en la sanidad privada. La exconsellera y exministra Carmen Montón se propuso rebajar a la mínima expresión esta colaboración y, en sustitución, promovió el "autoconcierto", es decir pagar a los cirujanos y equipos de la pública a que operaran también de tarde pero pagándoles un extra por ello, una alternativa que ahora la nueva administración está poniendo en duda porque ha detectado "mala praxis".

Sin embargo, sus sucesores en la cartera Ana Barceló y Miguel Mínguez tuvieron que volver a la senda de las derivaciones duplicando incluso lo que tenían previsto por culpa de la pandemia, que paró los quirófanos. Mínguez de hecho había previsto para este año 22 millones de euros para este plan y el Consell el año pasado facilitó incluso más el poder irse a operar a la privada, ya que ahora se ofrece desde el primer día de entrar a la lista sin tener que esperar los 60 días de rigor. También era una forma de rebajar la media de días de espera ya que los pacientes que están esperando en la privada aparecen contabilizados pero no así el tiempo que esperan. Esta es la explicación de que en los últimos meses, baje la lista de espera en días pero siga subiendo en número de pacientes.

Sin datos hasta enero

El posible efecto que tenga esta inyección de dinero extra no se va a conocer, sin embargo, hasta enero o febrero. La administración de Gómez ha decidido que no se va a dar información sobre el avance de la lista de espera mensualmente como se venía haciendo hasta ahora (y hacen gran parte de las comunidades autónomas) y solo se darían los datos dos veces al año, el mínimo que el Ministerio de Sanidad solicita para elaborar sus informes comparativos entre regiones y que ahora acaba de ser actualizado.

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