La diputación prevé 12 millones para su complejo administrativo en València

La Diputación de Valencia tiene en cartera un gran proyecto para esta legislatura. Se trata de la construcción de un distrito administrativo provincial, un núcleo de edificios donde centralizar a todos los empleados públicos que en estos momentos se encuentran dispersos en diferentes instalaciones de la ciudad. Según explica la vicepresidenta segunda y diputada de proyectos técnicos de la diputación, Reme Mazzolari, se trata de un proyecto a varios años vista, pero en los que ya se está trabajando en los despachos de la corporación.

En concreto, la idea es levantar 4 edificios en la zona anexa al actual Archivo General y Fotográfico de la Diputación de Valencia, en el antiguo convento de Santa María, también conocido como Manicomio de Jesús. El archivo ocupa una gran manzana, pero hay espacio como para terminar configurando un conjunto de cerca de 10.500 metros cuadrados de oficinas.

En cuanto al presupuesto, el primer proyecto básico que ya se maneja, en un cálculo preliminar, estima el conjunto en unos 12 millones de euros. En cuanto a los plazos, la responsable de proyectos técnicos es realista. En el mejor de los casos, las obras estaría lista para su licitación comenzar al final de esta legislatura.

El plan, según explica la vicepresidenta durante una entrevista con Levante-EMV, tiene varios objetivos. Uno es generar espacios más funcionales y cómodos para los empleados, porque muchos servicios están ocupando edificios antiguos que no están preparados para acoger zonas de trabajo con los estándares actuales. “Es un proyecto muy ambicioso, pero queremos que los Palacios de Batlia y Scala (plaza Manises) alberguen única y exclusivamente la corporación y servicios esenciales y transversales directamente ligados con el funcionamiento de la misma, como pueda ser la Secretaría General, y el resto de departamentos optimizarlos unificándolos en una misma zona”, explica. El proyecto de complejo administrativo en Patraix incorpora también un aparcamiento subterráneo, para no convertirse en un problema de movilidad para el barrio.

Palacios abiertos a la ciudadanía

En paralelo, el equipo de gobierno que preside Vicent Mompó aspira a dar nuevos usos a edificios emblemáticos como los palacios de la Batlia y de la Scala, en la plaza Manises, que están adosados y son el centro neurálgico de la diputación. La idea es abrirlos al público, como contenedores del patrimonio artístico que atesora la corporación. “Queremos destinarlos a la ciudadanía, llenándolos de todas esas obras de arte que tenemos almacenadas, para que lo pueda disfrutar el pueblo valenciano, porque eso es patrimonio del pueblo valenciano”, añade Mazzolari.

Ahorro en alquiler

Por último, hay una pretensión de ahorro económico, ya que algunos de los servicios están ocupando locales alquilados. La diputación, en estos momentos, tiene a su plantilla desperdigada por la ciudad. Carreteras, por ejemplo, se encuentra en Hugo de Moncada; Bomberos y Medio Ambiente en Primado Reig; Bienestar Social, en el IVAF; Informática en los palacios de la plaza de Manises; en la calle Avellanas, Turismo y Deportes; en la calle del Mar, Gestión Tributaria y Proyectos Técnicos, entre otros.

El proyecto de distrito administrativo en el solar junto al Archivo no parte de la nada. Ya la pasada legislatura, el anterior equipo de gobierno inició la restauración y rehabilitación del claustro del Convento de Jesús, para albergar allí al personal de Informática y Medio Ambiente. Sin embargo, con la pandemia la obra quedó paralizada, a falta de un fase final, que es la que pretende retomar en primer lugar, explica Mazzolari. Se estima que durante el próxima año esa ampliación podría estar terminada para comenzar el traslado de personal.

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