La Generalitat apuesta por convertir los Premios Berlanga en un festival de cine internacional

El proyecto de la nueva directora de Audiovisuales del IVC considera “de vital importancia” que València tenga un evento cinematográfico similar a los de San Sebastián y Málaga

Els guanyadors de l’última edició dels Premis Berlanga.

Els guanyadors de l’última edició dels Premis Berlanga. / L-EMV

Voro Contreras

Voro Contreras

El Institut Valencià de Cultura quiere convertir los Premios Berlanga, que entregaba hasta ahora la Acadèmia Valenciana del Audivisual, en un festival “nacional e internacional” que tendrá como referentes a los certámenes cinematográficos de San Sebastián y Málaga.

Así figura al menos en “Llums, càmeres i acció”, el proyecto que presentó para su elección la nueva directora adjunta de Audiovisuales y Cinematografía, María Fuster, y en el que ya desde su introducción se asegura que es “de vital importancia tener un festival valenciano referente y con una mirada global”.

Catalizar el turismo cultural

Después, amplía esta idea explicando que este “festival valenciano referente” serían los propios premios Berlanga que en su día fueron impulsados por el propio IVC para premiar al audiovisual valenciano. “El objetivo es convertir el festival en un catalizador del turismo cultural”, escribe Fuster, ya que la celebración de un evento cinematográfico de renombre “no solo atraería profesionales de la industria, sino también espectadores ávidos de descubrir nuevas propuestas”.

Para ello, subraya la nueva directora adjunta del IVC, es “imperativo que estos premios amplíen su visión, trascendiendo las fronteras locales y abriéndose al ámbito nacional e internacional” para enriquecer así “la reputación de los premios” y “constituir una marca distintiva y relevante”. Fuster propone, por ejemplo, incluir la categoría de un premio honorífico internacional”. "Acontecimientos como el Festival de San Sebastián o el de Cine de Málaga han demostrado el impacto positivo que pueden tener en la promoción del cine local y nacional".

María Fuster

María Fuster / IVC

Unir esfuerzos con la Mostra

Creados en 2018 por el IVC en colaboración con la Acadèmia Valenciana del Audiovisual (AVAV), los Premios del Audiovisual Valenciano reciben desde 2022 el nombre de Premis Berlanga, una marca cedida por Empreses Audiovisuals Valencianes Federades (EAVF). Precisamente, hace dos semanas esta asociación de productoras audiolvisuales decidió recuperar la marca en “espera de acontecimientos que permitan la adopción de la medida más adecuada y correcta para mantener el nombre», según explicó la presidenta de la academia, Teresa Cebrián.

Actualmente, el IVC ya organiza un festival propio, Cinema Jove, que en el proyecto de Fuster aparece en referencia a la posibilidad de “unir esfuerzos” con la Mostra “para seguir creciendo”. Una posibilidad que en su día también apuntó el concejal de Cultura del Ayuntamiento de València, José Luis Moreno, y a la que éste volvió a referirse el miércoles en una entrevista para la SER.

Ayudas a cambio de calidad

La hoja de ruta que plantea Fuster para la dirección adjunta del Audiovisual del IVC también apuesta por tener en cuenta “criterios de calidad” a la hora de asignar ayudas económicas, a colaborar con las patronales del sector mediante un “cluster” y a “crear contenidos” que “despierten el interés de audiencias más plurales”.

Además del de Fuster, el IVC también ha hecho públicos los proyectos de dirección de la nueva responsable de Artes Escénicas, María José Hernández Mora, y del nuevo de Música y Cultura Popular, Joan Cerveró.

María José Mora

María José Mora / IVC

Artes escénicas: Entre el Siglo de Oro y los "millenials"

Entre los objetivos de Hernández Mora destaca su apuesta por “abandonar el autoconsumo” (en referencia al Teatre del Poble Valencià que proponía su antecesor en el cargo, Roberto García) y que “nos abramos al mundo y nos contaminemos por otras visiones”. Además, considera que el IVC “no debe ocupar el espacio del teatro comercial, dominio de las empresas privadas”, pero sí trabajar “para atraer al público y llenar las salas”.

Así, para el Teatro Principal el proyecto propone que la programación se sustente en exhibiciones y adaptaciones contemporáneas del Siglo de Oro valenciano y español (algo a lo que ya apuntó el director de Cultura, Sergio Arlandis, el pasado año), además del teatro, la danza o el circo contemporáneos.

Para el Rialto, Hernández Mora “imagina” una programación que introduzca a profesionales que “propongan una renovación de la escena” y propuestas que se dirijan a la “generación Z” y los “millenials”. Y aunque apuesta porque el IVC realice producciones propias, también dice que su número ha de disminuir para que prime “la excelencia” y “no asfixiar a los equipos técnicos y de gestión”.

Joan Cerveró

Joan Cerveró / IVC

Música y cultura popular: "Solo vamos a hablar de música"

Por su parte, en “Plural”, su proyecto centrado especialmente en recordar y proponer nuevos ciclos y festivales (y no tanto en ayudas o impulso de la industria), Joan Cerveró anuncia que apostará por una promoción cultural “alejada de sectarismos y facciones divididas. Solo vamos a hablar de música”.

Así, el nuevo responsable de música del IVC se compromete a difundir el Cor de la Generalitat y eventos patrimoniales como el Cant de la Sibi·la, el Misteri d’Elx, la fiesta de la Verge de la Salut de Algemesí, las tradiciones de los campaneros manuales y las bandas. Pero también a impulsar estilos “minoritarios” como el jazz, la música contemporánea, el flamenco o la polifonía.

A diferencia de Fuster pero igual que Hernández Mora, Cervero apenas hace referencia en su proyecto a la promoción y difusión del idioma valenciano a través de la música y la cultura popular.

“En los últimos años ha propuesto una programación ‘decantada’ hacia la música comercial y popular en valenciano”, escribe. “Ahora es necesario crear una nueva programación, un nuevo proyecto que abra mucho más estos criterios y priorice solo la música de calidad, la apertura de estilos y que tenga en cuenta el necesario compromiso social”. Eso sí, sin “olvidar, por supuesto, la música en valencià”, apunta.

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