Los 600 kilómetros de Román en ambulancia para llegar a casa

El torero valenciano recibe el alta hospitalaria y viaja por carretera desde el Hospital Layné de Mont de Marsan hasta su domicilio: "Ha sido brutal el cariño que me habéis transmitido", señala

Román, desde el Hospital Layné de Mont de Marsan antes de ser evacuado a su casa

Román, desde el Hospital Layné de Mont de Marsan antes de ser evacuado a su casa / Levante-EMV

Jaime Roch

Jaime Roch

"Los médicos me han tratado fenomenal; ya me he levantado de la cama y he andado", señalaba Román Collado, herido de gravedad este lunes en la plaza de toros de Vic-Fezensac, a través de sus redes sociales ayer por la tarde desde el Hospital Layné de Mont de Marsan (Francia) mientras esperaba una ambulancia que iba a trasladarlo a Madrid: "¡Ya tenemos el alta! Salgo hacia Madrid a seguir recuperándome", ha escrito también.

La evolución de su herida es "muy buena", según expone su círculo cercano, y ahora recibirá atención médica desde su domicilio particular. "Ha sido brutal el cariño que me habéis transmitido", también ha expresado el propio torero después de recuperarse de un durísimo percance de tres trayectorias, una de ellas con orificio de entrada y salida, y la rotura del vaso escrotal.

La cornada llegó en el segundo de la tarde, cuando el torero valenciano se disponía a llevar al animal al caballo durante el tercio de varas. El toro de Los Maños, de nombre "Segoviano", lo hirió por la cara anterior del muslo izquierdo: "El toro lo hizo bien de salida, Román lo toreó muy bien de capote en un inicio genuflexo, pero rápidamente cambió su condición y se orientó".

Román pasó la madrugada del lunes con molestias y sin fiebre, indicó su cuadrilla. La operación fue larga, duró hasta las 22.45 horas después de que la cornada ocurriese sobre las 17.45 horas. "Lo intervinieron en Mont de Marsan porque los cirujanos cardiovasculares de allí son muy buenos", señalan después de que el torero herido fuera trasladado en ambulancia durante una hora por carretera desde la enfermería de Vic-Fezensac, donde lo estabilizaron y sedaron rápidamente tras el percance: "Afortunadamente, no fue una herida arterial y solo produjo destrozos musculares. En un principio, nos dijeron que también había tocado la trayectoria del nervio ciático, pero luego se descartó".

"Mucho tiempo colgado del pitón"

Sobre la cogida, su entorno manifiesta que fue "dramática": "Nos recordó a Paquirri porque fue muy parecida. Estuvo mucho tiempo colgado del pitón, incluso más tiempo que cuando la cornada del Baltasar Ibán en Las Ventas, que también fue durísima".

El festejo fue suspendido mientras atendían al diestro de Benimaclet en la enfermería y la banda de música de Vic-Fezensac interpretó el himno de la Comunitat Valenciana en honor al torero caído. Una vez fue trasladado al hospital, se reanudó el festejo taurino en el que también toreaban los matadores de toros Morenito de Aranda y El Rafi.

El diestro valenciano, de 31 años, tiene más de diez cornadas, la más grave fue en 2019 en la plaza de toros de Madrid sufrida al entrar a matar al quinto toro de Baltasar Ibán, cuyo parte médico también estremecía: una cornada de 30 centímetros en el muslo derecho que seccionó la arteria femoral y la vena fue dañada y recompuesta con un bypass con vena de la otra pierna.

Después de participar en una jornada de tentadero en la ganadería de Patón el pasado viernes y lidiar un festival en el Fresno De la Ribera (Zamora) el sábado, este lunes volvía a torear en Francia, país en el que tomó la alternativa hace diez años este 2024 (Nimes) y en el que también está anunciado el próximo sábado 18 de agosto para lidiar una corrida de toros de Pedraza de Yeltes en Dax.

Román es trasladado a la enfermería de Vic-Fezensac por sus compañeros.

Román es trasladado a la enfermería de Vic-Fezensac por sus compañeros. / Levante-EMV

Tarde importante en Las Ventas

Hacía justo una semana que el torero de Benimaclet se había convertido en el primer nombre propio de San Isidro tras cuajar su tarde más cabal en Las Ventasrozó la puerta grande y se jugó la vida rotundamente. El diestro valenciano paseó una oreja de ley el sábado 11 de mayo que tenía su peso en oro: era el primer trofeo del abono de la Feria de San Isidro. "El toreo es eso, ¿no?, pura emoción", aseguraba el propio diestro en una reciente entrevistaLevante-EMV.

En esa misma conversación, también aseguró: "No me considero mejor torero por la tarde de San Isidro, pero sé que es será una tarde clave y marca mi madurez… y en definitiva todo el trabajo y el sacrificio que realicé este invierno. Es el fruto de los seis toros de la Feria de Fallas, es ahí donde realmente empezó todo", recordaba una de las tardes de su vida tras lidiar una corrida de toros en solitario en València.

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