La innovación: el factor decisivo en la historia de éxito de Istobal

La adaptación al cambio está en el ADN de esta firma desde su origen un taller de coches en 1950. Hoy es un líder europeo del diseño, fabricación y comercialización de túneles de lavado para vehículos

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José Luis García Nieves

José Luis García Nieves

La innovación no es un herramienta exclusiva de las grandes empresas. Ni mucho menos está vetada a las pymes. La innovación, por encima de los recursos disponibles, es, sobre todo, una actitud. Y está en la base de prácticamente todas la historias empresariales de éxito

La innovación está, también, detrás de la historia de éxito de Istobal. Su historia puede servir de ejemplo para muchas otras compañías familiares y, por eso, Istobal ha protagonizado la cuarta edición de la iniciativa «Tu legado en buenas manos», impulsada por BBVA y Levante-EMV, para dar visibilidad a las empresas familiares. 

«Un año más, y con la valiosa ayuda de Levante-EMV, queremos rendir homenaje a todas las empresas familiares por su arduo trabajo, su compromiso con la sociedad y su inspiración constante. Son un faro de esperanza y un ejemplo para las generaciones futuras. Y por eso en esta nueva edición queremos conocer un poco más de la historia de Istobal, una empresa valenciana en su tercera generación», valoraba Cristina Domínguez, directora de Soluciones Empresariales Este de BBVA.

Fue el fundador de Istobal, Ismael Tomás Alacreu, el que dio el primer salto desde el taller de reparación de vehículos que había abierto en l’Alcúdia en 1950. En plena autarquía, pequeños empresarios y artesanos como Tomás no podía importar material. La leyenda cuenta que, al ver a su hijo Luis lleno de grasa al trabajar de manera manual, Ismael creó una máquina para engrasar camiones. «Mi abuelo creó la maquina y los compañeros empezaron a pedirle copias. Decidió cerrar el taller y empezar a fabricar», cuenta hoy Rafa Tomás, tercera generación y actual consejero delegado de Istobal.

Istobal es uno de los tres mayores fabricantes europeos de sistemas de lavado para vehículos.

Istobal es uno de los tres mayores fabricantes europeos de sistemas de lavado para vehículos. / ED

Sobre ese mito fundacional de innovación, un ejemplo de resiliencia, se edifica la historia de Istobal, uno de los tres mayores fabricantes europeos de sistemas de lavado para vehículos, especializado en el diseño, fabricación y comercialización de estos equipos. Y también, uno de los casos más claros de empresa familiar valenciana internacionalizada.

Esta empresa familiar maneja unas magnitudes importantes. Cuenta con 12 filiales y 4 plantas de fabricación y ensamblaje en Europa, América y Asia. «No hay contradicción entre ser una empresa familiar y una multinacional», explica el consejero delegado, durante la conversación mantenida con Cristina Domínguez y moderada por Silvia Tomás, directora de Relaciones Internacionales de Levante-EMV.

Silvia Tomás, Rafa Tomás y Cristina Domínguez durante ‘Tu legado en buenas manos’.

Silvia Tomás, Rafa Tomás y Cristina Domínguez durante ‘Tu legado en buenas manos’. / ED

Aquella vocación innovadora inicial no ha hecho otra cosa que avanzar. Hoy, el departamento de I+D cuenta con cerca de 50 personas, casi todos ingenieros. Una cantidad importante a la que se suma una veintena de personas en el departamento de Producto. En los últimos años han registrado más de 30 patentes.

Según explica Rafa Tomás, la innovación se aplica, fundamentalmente, desde dos puntos de vista. Por un lado, la digitalización interna, que busca una mejora de la eficiencia y la reducción de costes. Por otro, la innovación aplicada a la creación de producto. «Debemos estar constantemente desarrollando productos nuevos, ofreciendo nuevas versiones que les dé más valor», explica. 

Istobal, además, creó hace años la Cátedra de la Innovación en la Universitat Politècnica de València (UPV), un centro con el que compaginan multitud de proyectos. «Siempre hemos querido estar en la vanguardia, invertir en tecnología y producto, no ser los segundos en llegar ni ser los más baratos», explica como filosofía de empresa. Y también innovar en el servicio, una de las dimensiones de su negocio, ser muy flexibles adaptándose al cliente para diferenciarse de la competencia, esencialmente alemana.

Internacionalización

Otra clave para entender la vocación innovadora en Istobal es su proceso de internacionalización, que arranca a principios de los 70, un momento en que pocos empresarios valencianos hablaban idiomas y los mercados exteriores quedaban lejos. «Muchas empresas desaparecieron porque estaban muy centradas en el mercado interior y no pudieron competir. Desde el principio mi padre y mi tío tuvieron claro que había que salir fuera. Crearon un equipo de exportación con personas que hablaban inglés y francés», señala.

Hoy, con una economía global, la firma valenciana tiene sus grandes mercados en Europa, EEUU y Latinoamérica. Y su ceo, Rafa Tomás, señala dos objetivos prioritarios: primero Alemania -la «asignatura pendiente»-: «Lo intentamos hace casi 20 años. No salió bien. Esperamos volver a plantearlo de manera seria próximamente». Y tras ese mercado, uno más complejo, Japón. «BBVA es un banco global con presencia en más de 25 países y eso nos da una posición privilegiada a la hora de poder ayudar a las empresas valencianas a dar ese paso al exterior. Les brindamos atención personal con gestores expertos en comercio internacional preparados para que las empresas se puedan instalar en países estratégicos», añade Domínguez.

Apoyo financiero

Las empresas familiares son la base del tejido productivo valenciano -generan el 85 % del empleo-. Y cuando acumulan décadas de historia, es lógico atravesar momentos difíciles. En el caso de Istobal, por ejemplo, han recibido el impulso de Herrecha, la sociedad patrimonial de Hortensia Herrero que se ha quedado el 22 % del paquete accionarial perteneciente a las ramas familiares Tomás Puchades y Tomás Ruiz. «Ha sido un chorro de aire fresco. Nos ha aportado tranquilidad y profesionalidad en el manejo del consejo de administración. Gracias a ellos está todo mucho mejor», constata.

En realidad, son muchas las dificultades que puede tener que afrontar una empresa familiar. «Los comienzos no son fáciles», expone Cristina Domínguez, de BBVA. «Existen una serie de momentos cruciales en la vida de toda empresa, desde su creación y crecimiento hasta su expansión internacional. En todos ellos, contar con la financiación necesaria es clave. Esto se torna particularmente relevante para las pymes y autónomos que son el 99,9 % de las empresas españolas, y no cuentan con vías alternativas para financiarse en el mercado, como sí sucede con las grandes empresas. Aquí los bancos son su aliado natural. En 2022 BBVA financió el crecimiento de más de 150.000 pymes y autónomos, y de más de 14.000 empresas de mayor tamaño, con casi 100.000 millones de euros de nueva financiación, contribuyendo con ello a la creación de empleo», explica.

Protocolos establecidos

«Recomendaríamos que, en un inicio, se asignaran unos roles concretos a los miembros, de acuerdo a su experiencia y formación. Y mantener líneas de comunicación abiertas. Que se planifique, que las finanzas sean prudentes. Que se establezcan protocolos para la solución de conflictos y que se prepare la sucesión. Puede ser una experiencia increíble pero hay que tener un balance entre la vida profesional y la vida personal», añadió la responsable de Soluciones Empresariales de BBVA.

En su opinión experta, hay tres patas importantes para el crecimiento de una empresa familiar, donde entidades como BBVA pueden ser útiles en el acompañamiento. Primero: la financiación, así como los expertos para acompañar en la internacionalización, o los retos de digitalización o sostenibilidad. Segundo: la eficiencia operativa. «Para poder crecer hacen falta procesos cada vez más eficientes y reducción de costes. Y para ello ponemos la tecnología al servicio del cliente. Con ese objetivo creamos la factoría digital empresarial, que nos está dando buenos resultados. La revista Global Finance nos ha nombrado el mejor banco digital para las empresas en 2023». 

Y por último: la búsqueda de nuevos mercados y clientes, con acompañamiento en análisis de riesgos o apoyo en los pagos internacionales. «Queremos que el acompañamiento sea integral», concluye.