Paneles solares más económicos y menos contaminantes

El Instituto del Plástico trabaja en la sustitución del silicio en las placas fotovoltaicas con materiales de bajo impacto ambiental

Una investigadora de Aimplas en el proyecto que busca mejorar las placas

Una investigadora de Aimplas en el proyecto que busca mejorar las placas / EMV

Ramón Ferrando

Ramón Ferrando

El Instituto Tecnológico del Plástico Aimplas está trabajando en el desarrollo de una nueva generación de celdas solares fotovoltaicas más económicas, flexibles, de mayor tamaño, menos contaminantes y hechas con materiales orgánicos que puedan sustituir a las de silicio. El conocido como proyecto Solarflex (financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial -Ivace- y la Unión Europea) investiga la viabilidad de celdas solares de polímeros flexibles de bajo impacto ambiental. El objetivo es evitar la dependencia de otras materias primas y de terceros países. Para hacerlo posible, las celdas están libres de óxido de indio y estaño, un metal caro, raro y escaso, por lo que se buscan materiales alternativos para disminuir el coste de la celda solar. De esta manera, se consigue que la industria pueda reducir su dependencia energética de fuentes no renovables e impactar de manera positiva en la economía. «El proyecto supone el desarrollo de nuevas celdas solares cuya fabricación mediante tecnologías de impresión convencional implica una reducción importante del coste de producción y una comercialización a gran escala», destaca la investigadora líder en Ingeniería en Aimplas, Susana Otero. Para el desarrollo de este trabajo Aimplas cuenta con la colaboración de las empresas Bornay, ClearPet, Applynano Solutions, Itera, Sinfiny y Forvia.

Aimplas avanza a la vez en el proyecto Maternergyh2 para conseguir vectores energéticos, como el hidrógeno, a través de procesos asistidos por catalizadores y el desarrollo de materiales poliméricos. Así, en palabras de Daniela Ramírez, investigadora en descarbonización en Aimplas, «se podrá realizar su almacenamiento y separación en sectores donde haya una alta demanda energética o se requiera un aligeramiento del peso. De manera paralela, este proyecto puede ayudar a las empresas a implantar tecnologías de generación de hidrógeno adaptadas a sus características y necesidades».

Maternergyh2 busca acabar con la dependencia del gas y del petróleo para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. Para ello, el proyecto desarrolla materiales y tecnología innovadora para la producción de hidrógeno asistida por catalizadores debido a la conversión a través de la gasificación de residuos y la utilización de amoníaco como vector alternativo. Además, cuenta con la participación de empresas clave como UBE, Keraben, Energy Storage Solutions, Greene Waste to Energy, BluePlasma Power y Stadler. Esta iniciativa, según explica la investigadora principal del proyecto, «también servirá para aligerar los sistemas de almacenamiento de hidrógeno. Así pues, se consigue avanzar en el proyecto desde un punto de vista innovador mediante desarrollo de tecnologías y materiales con características avanzadas».