El arte fallero más popular renace con los «Ninots al Carrer»

Las figuras están a pie de falla, de casal o colgadas de balcones, realizadas con los métodos del siglo XIX

La Federación de Ingenio y Gracia busca poner en valor la expresión espontánea, cuando en las fallas primaba la sátira

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

No hay figura que ahonde más en el origen de las Fallas que dos ninots colgando de una soga en un balcón. Son los «ninots de tiro», que ahondan en lo más primigenio no ya de la fiesta grande de València, sino en las tradiciones de fuego de todo mundo conocido que, hundido en siglos de historia, se quemaban o queman en momentos muy especiales.

Y no hay figura que ahonde más en los primeros pasos de la fiesta fallera que un ninot de fabricación tosca y casera con un tema de actualidad.

Esas dos características se recuperan desde el año pasado en el «ninot de carrer», una iniciativa que organiza la Federació de Falles en Especial Ingeni i Gracia. No podría hacerlo otro colectivo, puesto que es un colectivo -formado por 19 comisiones- que promueve poner en valor esas característica -ingenio y gracia- que están en el propio origen de la quema de ninots.

Recursos propios para plantar

Con este motivo, media docena de comisiones han echado mano de recursos propios para plantar los ninots. Por su carácter de fabricación casera, sin formar parte de un monumento que debe estar «perfectamente acabado», sino como expresión espontánea, le permite añadir argumentarios que el proceso de hacer falla no puede llevar siempre a cabo.

Por eso, por ejemplo, José Luis Ábalos protagoniza el «Ministerio de Mas-Carillas», con una careta del ex ministro valenciano, vestido con traje y rodeado no sólo de los elementos sanitarios, sino de billetes de quinientos euros. Está a la puerta del casal de Serranos-Plaza de los Fueros.

También echan mano de «temas de última hora» en Santa María Micaela, donde la protagonista es Marta Lozano y la banda de la fallera mayor de València. Ante la «aparición» de bandas, un «top manta» ofrece también la posibilidad de hacerse con el objeto que pertenece a María Estela.

También hay alusiones a la crítica fallera. En concreto, aparecen Ingenio y Gracia -faltaría más- contemplando el cementerio de la Junta Central Fallera, con alusiones a la nueva forma de organizarse los jurados, la desaparición de la Delegación de Falla o a la entrega de los premios de Ninot de Sección fuera de la jornada del 17 de marzo, y que está en Marqués de Montortal-Berni Catalá. Los ninots colgados de balcón, la quintaesencia de la falla primigenia, no podía estar más que en la falla más antigua, la Plaza de la Santa Cruz, que este año está celebrando el 175 aniversario. Un grupo de abejas, cada una de ellas tuneada, son el ninot de carrer de la falla Joaquín Costa-Conde Altea. También plantan las fallas Cronista de Torrent y Joaquín Costa-Conde Altea.

El «ninot al carrer» es una tradición muy sólida en las Hogueras de Alicante, donde forman parte del paisaje fogueril. En València, con concurso de maquetas y, en su momento, calles adornadas, no ha acabado de consolidarse como una expresión de arte popular. La Federación de Primera A lo intentó durante varios años. Ahora es la Federación de Ingenio y Gracias la que vuelve a apostar por esta falla vintage.

La Federación de Ingenio y Gracia prepara, para estos días, otros dos premios: el «Eugeni», que recompensará a la falla con más elementos satíricos de entre una lista de nominadas.

Así mismo, premiarán a los artistas que mejor resultado tengan en premios oficiales de ingenio y gracia, bajo el lema «L’has Clavat», tanto en mayor como en infantil.