Un lobo y hormigas gigantes andan sueltos por las calles

Anna Ruiz, Virginia Lorente, Miguel Hache y Manolo Martín, Estudi Pont de Fusta y Pepita Grilla o Manuel García Lleonart son algunos de los artistas autores de las fallas Experimentales, una categoría que aglutina a menos de veinte comisiones, apenas el 6% de las que hay en la ciudad, que apuestan por unas fallas distintas, provocativas, cargadas de crítica social y mensaje y no siempre comprendidas. Este año el primer premio de esta sección, de presupuestos menores, de normal, al resto de fallas y muy alejados de los 100.000 o 200.000 euros de las de Especial, ha ido a manos de la falla Lepanto-Guillem de Castro, una veterana de esta categoría que ha ganado varias veces el primer premio y que este año lo ha vuelto a hacer con una composición que lleva por lema «El banquete», que ha conquistado al público. El monumento es de la artista Anna Ruiz, que suma premios en los últimos años, de hecho también es suya la segunda falla de Experimental premiada, la de Xiva-Francisco de Llano, donde destaca un realista conjunto de hormigas que invade la calle. El tercer premio ha ido a parar a la Comisión Reina-San Pau, con un monumento homenaje en su centenario a Vicent Andrés Estellés, un simbólico abrazo a la vida, la cultura valenciana y las fallas, según explican sus autores, la arquitecta e ilustradora Virginia Lorente y el artista fallero Ricardo Alcaide. La también conocida como falla del Tío Pep cosechó gran éxito con la falla del año pasado, obra de Escif, un homenaje a Sorolla a través de un gran busto visitable del pintor valenciano. El monumento de este año es más simbólico y para algunos visitantes que hoy lo recorrían «resulta un poco difícil de entender». «Podrían explicarlo mejor», aseguraba una mujer.

Tensión en la entrega de premios de las Fallas 2024

Mucho más juego daba ayer al público la falla experimental ganadora, que emula un lujoso banquete con comensales de postín y abundantes viandas en cuyas sillas vacías puede sentarse el público y hacerse fotos. Los ricos y pudientes compartiendo mantel con el común de los mortales, aunque sea en una falla.

La Federación de Fallas I+E que aglutina a las comisiones que arriesgan con monumentos alternativos y valientes organiza tours para explicar las creaciones al público que visita estos días la ciudad y que no suele salir del siempre masificado circuito de las fallas de Especial (Pilar, Convento, Cuba... y como no, la ganadora de este año l’Antiga).

El sexto puesto de las diez premiadas de la categoría de Experimental ha sido para la comisión Borrull-Socors con un impactante lobo fabricado con paja de arroz, recolectada por los propios falleros en los campos de l’Albufera, y tradicional vareta. El aroma a paja impregna a todo el que pasa por debajo del majestuoso lobo. A su lado el monumento infantil, dedicado a la Sancha, la serpiente mítica del lago, este sí, ganador en la categoría de infantil. Al presidente de Borrull y de la Federación de I+E, Sebas Marín, el sexto «nos ha sabido a poco». «Esperábamos más». La falla llevaba por lema «Que si quieres arroz Catalina», una expresión con la que querían destacar la valentía y el riesgo que asume quien, como estas fallas que se alejan del guión, se meten en la boca del lobo. «Creo que no se ha entendido bien», asegura Marín. Al público que ayer la visita, en cambio, le gustaba. «Nos gusta que se salgan de lo habitual, y lo bien que está explicado todo». «Va a arder de maravilla», bromeaba otra visitante.

La Comisión Corona también ha plantado este año un monumento experimental cuya figura principal es un gran pinocho que se corta la nariz, una metáfora de una sociedad que busca salir de la oscuridad y busca la verdad.

En la plaza de Árbol, con el lema «Se Vende», otra falla experimental critica la falta de vivienda y el precio inasumible.