El PAI de la Torreta en Godella sigue adelante pese a los hallazgos arqueológicos

El ayuntamiento explica que en todo caso, si la Conselleria de Cultura lo requiere, se modificará el trazado para conservar los restos pero sin alterar la dotación residencial

Zona del PAI de la Torreta con restos arqueológicos

Zona del PAI de la Torreta con restos arqueológicos / Cuidem Godella

Claudio Moreno

Claudio Moreno

Las obras del PAI de la Torreta del Pirata siguen adelante pese a los hallazgos arqueológicos de las últimas semanas. La intención del Ayuntamiento de Godella es respetar el proyecto urbanizador previsto inicialmente e incluir las “mínimas modificaciones” que puedan sugerir en la Conselleria de Cultura, pero siempre sin alterar la dotación residencial. En todo caso la adecuación se encaminaría a garantizar la conservación de los yacimientos con soluciones que permitan su exposición al público. 

Las alarmas saltaron a finales de julio cuando la asociación de vecinos “Salvem la Torreta del Pirata” publicó en Twitter una foto con el hallazgo de lo que parecía una canalización. “Según las primeras informaciones que nos llegan podríamos estar ante los restos arqueológicos del acueducto romano de la Covatella”, decían entonces los vecinos, que semanas más tardes informaban sobre una hipotética decisión tomada por la Dirección General de Patrimonio para preservar los restos encontrados en la Torreta. Pero el plan para proteger los restos aún no se ha comunicado. Y previsiblemente no alterará el volumen de edificación. 

Tal como se relata en el último informe de seguimiento realizado por el equipo de arqueólogos, la actuación sobre esta zona ya se adaptó hace más de 20 años a los requerimientos del gobierno autonómico. Tras los pertinentes trabajos de prospección al inicio de la obra la Conselleria de Cultura dictó dos resoluciones. La primera delimitaba el área del yacimiento de la Torreta del Pirata a los restos de la propia torre de vigilancia del siglo XV –en la Cañada de Trilles–. La segunda daba luz verde a la nueva ampliación de la zona verde que integraba estos restos.

Aprobado el proyecto en Junta de Gobierno Local en octubre de 2022 se inician las obras de urbanización, estableciendo como área de protección del yacimiento el perímetro acordado como zona verde. En ese momento el equipo de tres arqueólogos de la empresa –Grupo Bertolín– solicita autorización a la conselleria para excavar y estudiar los restos de cara a hacer una propuesta de consolidación, restauración y puesta en valor. Finalmente, en mayor de 2023, se inician los trabajos de excavación y seguimiento en los restos de la torre y una pedrera localizada junto a ella. 

De los avances en estos trabajos se informa periódicamente a la Conselleria de Cultura, y de hecho sus técnicos de la Unidad de Inspección del Patrimonio han visitado las obras junto a los arqueólogos de la empresa –validados por la propia Generalitat–, que son los únicos autorizados a hacer prospecciones. Según explican fuentes municipales, a primeros de septiembre dispondrán del informe de agosto donde se documenta el hallazgo de una conducción excavada en roca que atraviesa zona de viales, parcela dotacional y parcela privada.

“Este hallazgo es una especie de azarbe o canalización que podría formar parte del acueducto romano de La Covatilla. Es posible que tenga cierto valor patrimonial, pero de ahí a paralizar o rehacer el proyecto como se ha llegado a decir hay un mundo. En todo caso habría un leve reajuste para que la construcción no altere el resto arqueológico. Las obras de urbanización siguen adelante con total normalidad. El PAI no corre peligro”, insisten en el consistorio. 

Se siguen dando licencias

Tanto es así que la Junta Local de Gobierno de este mes de agosto se concedieron licencias para construir en la misma zona 17 adosados y 20 viviendas unifamiliares. Lo cuenta Irene Ferré, portavoz de Cuidem Godella, el partido que ha encauzado políticamente la protesta vecinal contra el controvertido PAI. “Los mismos que están construyendo movieron la tierra y vieron los restos, como los vecinos, que lo denunciaron en las redes. Van saliendo cosas y la empresa promotora procurará cambiar algunos trazados y dejar zonas semidescubiertas. Pero desde el principio ha sido una barbaridad que dejen construir ahí”, lamenta Ferré. 

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