Paterna revoluciona su movilidad en el centro: "Ahora tengo un bus en la puerta"

Los conductores mostraron desconcierto ante los cambios de circulación introducidos con el Plan de Movilidad Sostenible de Paterna 

Policía Local y Protección Civil vigilaron que nadie equivocara el sentido en las calles Ramia Querol y Lorca

Cortes y modificaciones de tráfico en el centro de Paterna

Cortes y modificaciones de tráfico en el centro de Paterna / Germán Caballero

Claudio Moreno

Claudio Moreno

Paterna introdujo ayer a las 10 horas los primeros cambios en el itinerario de los autobuses y la circulación de tráfico privado contemplados por el Plan de Movilidad Urbana Sostenible del municipio, un proyecto que tendrá, como eje central, la peatonalización de la Calle Mayor. 

La principal novedad fue el cambio del sentido de la circulación en las calles Mestre Ramón Ramia Querol y Federico García Lorca, algo que generó desconcierto en la intersección entre estas dos arterias y la Avenida De Les Corts Valencianes pese a los esfuerzos de la Policía Local y Protección Civil. 

Los conductores que circulaban desde el Acuartelamiento Daoiz Y Velarde en dirección a la Calle Mayor tuvieron que girar a derecha o izquierda a la altura de Federico García Lorca, calle que ahora es de subida. Por su parte, los vehículos procedentes de Ramón Ramia Querol –desde ayer en dirección de bajada– sí pudieron acceder al tramo de apenas 50 metros de Corts Valencianes entre Querol y Lorca, pero aquí se les obligaba a girar. 

Para la regulación del tráfico los agentes se ayudaron de vallas metálicas –con señales de dirección prohibida– mientras esperaban a que los operarios terminasen de instalar los nuevos semáforos. “Hay desconcierto, los conductores se tienen que habituar. Vamos a estar un rato aquí hasta que conecten los semáforos”, explicaba un policía local a Levante-EMV. “Esto va por fases y tampoco podíamos cambiar antes los semáforos. Nosotros nos iremos pero se dejarán los semáforos y las vallas para que los conductores se acostumbren a los cambios”, explicaba otro agente apostado en el tramo conflictivo.

Fue aquí y en la rotonda que une Ramia Querol con Lorca, en la salida a València, donde más se notó la modificación introducida ayer, pues esta última rotonda resultó especialmente confusa durante las primeras horas de la mañana para los conductores que accedían en dirección norte por Lorca e intentan incorporarse al Paseo de Europa. Según explicaron vecinos de Paterna, el descontrol de esta rotonda fue corregido y pacificado a medida que avanzó el día.  

Nuevos itinerarios de autobuses

El cambio en el sentido de la circulación en Maestro Ramón Ramia y Federíco García Lorca afecta tanto a vehículos particulares como al autobús municipal. El PMUS desgrana que las líneas L1, L2C, L3A, L3B y L4 ya no pueden circular por la vía que acoge la Cordà para dirigirse hacia la avenida Blasco Ibáñez. Una futura peatonalización que además afecta al transporte metropolitano Metrobús. 

Así, el PMUS, tratando de acercar lo máximo posible la ida con la vuelta con autocar, propone que la circulación de los autobuses hacia el oeste sean por Federico García Lorca, Jacinto Benavente, Primero de Mayo y Avenida Vicente Morte Alfonso. En sentido este, se propone un itinerario por Vicente Lerma, Madre de Dios del Pilar, San Antonio, Maestro Ramón Ramia hasta Blasco Ibáñez. Para que ambos recorridos sean factibles, el consistorio ha modificado el sentido actual del tráfico de Federico García Lorca y Ramón Ramia.

Pero no solo se ha tenido en cuenta el mejor itinerario para que los autobuses municipales y metropolitanos circulen por Paterna cuando la peatonalización sea efectiva, sino que el PMUS también ha tenido en cuenta las actuaciones necesarias para que los convoy transiten sin problemas por las calles del nuevo trazado, garantizando los radios de giro, además de no permitir el estacionamiento en la acera de Madre de Dios del Pilar, San Antonio y Federico García Lorca.

“Un bus en la puerta de mi casa”

El cambio en el sentido de la circulación con los nuevos itinerarios de bus fue recibido con disparidad de opiniones en una de las zonas más afectadas, el tramo de Corts Valencianes entre Ramia Querol y Lorca. Justo al lado tiene su floristería Amparo, que lamentaba en conversación con este periódico el efecto colateral de los cambios: “Han quitado muchas plazas de aparcamiento y hoy para venir he tardado muchos más tiempo en dejar el coche”, contaba Amparo. “Es cierto que pusieron un parking público en la zona de los cuarteles, pero aquello me pilla muy a desmano. Por lo demás me parece bien la peatonalización de la calle Mayor y los cambios en el tráfico”, añadía.

En la puerta de Flors i Plantes El Palau se formó un corrillo de mujeres mayores con más dudas que certezas sobre el tema del día. “Ese autobús baja por la plaza”, decía Juani. “No, esa calle es para arriba”, contestaba Carmen. “Uf, qué lío llevo”, confesaba Susi. “Sabíamos los cambios de hoy porque el Ayuntamiento informa de todo, pero no nos aclaramos”, redundaba la última de las tres amigas. “A nosotras nos viene bien el cambio porque vivimos aquí y nos han puesto el bus en la puerta de casa, pero todavía tenemos que hacernos”, aseguraban estas usuarias del transporte municipal.  

También se confesaba desorientado José Juan incluso después de consultar a la Policía Local por dónde podía circular. “Según parece, para acceder a la carretera de Manises desde esta zona de Corts Valencianes tendremos que dar una gran vuelta por fuera del centro. La idea es quitar la travesía dentro de la ciudad, pero eso implica perder comodidad”, explicaba este vecino de Paterna, aún a la expectativa de los cambios que lleguen tras el cambio del sentido de la circulación en las citadas arterias. 

“Quien viene a mi bar seguirá viniendo”

A 500 metros de la zona congestionada sigue funcionando con relativa normalidad la calle Mayor, aún abierta al tráfico privado pero desde ayer cerrada al transporte público. Los negocios ubicados en la vía de la Cordà observaban los cambios con cierta expectación. “Aquí la peatonalización se hará lo antes posible y hay que ver cómo funciona, quizás nos dé más faena”, decía Paco, gerente del Bar Atienza. Y añadía: “Aunque lo más probable es que a nosotros no nos afecte en nada, porque este bar lleva 40 años en la calle Mayor y quien venía antes seguirá viniendo después”. 

Menos confiada se mostraba Cristina, dueña de Pinturas Gauden, en la esquina de la calle Vicent Lerma con la calle Mayor. La paternera siente que los cambios en el tráfico no han sido informados debidamente y aseguraba que el comercio en su ciudad “no es nada boyante”, con lo que la peatonalización de la vía principal –vaticina– podría ser la puntilla para terminar de disuadir a los vecinos de las urbanizaciones periféricas. “Aquí no hay comercios a los que necesites acceder en coche porque la realidad es que en Paterna es una locura aparcar, pero solo hace falta que peatonalices el centro para que la gente de Valterna, la Canyada o Terramelar elia comprar en València”, opinaba.