Dénia estrena un moderno aulario que une un colegio que estaba partido en dos

Las clases serán energéticamente autosuficientes cuando se instalen los paneles solares y ya cuentan con sensores que regulan la intensidad de la luz

Elevan a un operario para talar las ramas secas del olmo. | A. P. F.

Elevan a un operario para talar las ramas secas del olmo. | A. P. F. / nombre apellido. lugar

Alfons Padilla

Alfons Padilla

Todas las escuelas deberían tener en su patio un árbol con historia. Al colegio de 1928 de Alcalalí le da sombra un frondoso almez («lledoner»). En el Pou de la Muntanya de Dénia hay un olmo monumental. Evoca el poema de Machado «A un olmo seco». Es un árbol precioso. Pero tiene algunas ramas secas y de ahí que ayer se izara a un operario con una cuerda (trabajos de altura) para que las cortara. El olmo viejo está junto al modernísimo aulario de infantil que este colegio estrena ahora.

El Pou de la Muntanya inicia un curso histórico. Todos los alumnos estudiarán, por fin, en el mismo recinto. La mudanza está en marcha. Hasta ahora los escolares de infantil acudían al aulario de El Rodat, un edificio que, a pie, queda a casi diez minutos. Las familias con un hijo en infantil y otro en primaria iban de aquí para allá. La dirección del centro, comprensiva, les daba 15 minutos para que hicieran el recorrido.

«Nos gusta mucho unificar primaria e infantil en el mismo centro. Parecíamos dos escuelas. Estar todos juntos era muy necesario para las familias y para los maestros», explicó ayer la directora del Pou de la Muntanya, Empar Bustos Martí.

Este colegio estrena ahora también gimnasio, que era otra de las reivindicaciones de profesores y familias. Las obras del aulario, que tiene siete clases, y del gimnasio han subido a 1,6 millones de euros. Han sido posibles gracias al Pla Edificant. Por primera vez, esta escuela tendrá un aula de 2 años.

El alcalde reivindica el Pla Edificant: «Esta obra es un ejemplo»

El alcalde de Dénia, Vicent Grimalt, ha asegurado que esta obra, «acabada en tiempo récord», es un ejemplo de lo bien que ha funcionado el Pla Edificant. «Esperemos que el nuevo Consell lo mantenga», ha señalado Grimalt, que ha recordado que la ciudad todavía tiene pendientes proyectos educativos esenciales, como la construcción del nuevo Raquel Payá, del conservatorio y del centro integrado de formación profesional «Gent de mar», así como la ampliación del instituto Maria Ibars.

Los aulas, pintadas de distintos colores, son modernas. Por sus amplios ventanales, entra un chorro de luz natural. Están, además, dotadas con sensores que regulan automáticamente la intensidad de la iluminación. Falta por instalar las placas solares en la cubierta del aulario. Cuando estén en funcionamiento, estas clases serán autosuficientes. También falta que lleguen columpios y juegos que den vida al patio delantero. Los maestros están enfrascados estos días en terminar de amueblar las aulas y en dejarlas listas y flamantes para la entrada de los alumnos.