Justicia para el canetero Mariano Brines

Un momento de la entrega de los restos.

Un momento de la entrega de los restos. / Levante-EMV

Ángel Torres

Más de 80 años después de ser fusilado, el vecino de Canet Mariano Brines ha vuelto a casa, junto a su familia. Esto ha sido posible este fin de semana pues, tras recoger sus restos en la ceremonia realizada en San Miguel de los Reyes, al día siguiente, se le dio sepultura digna en el camposanto de Canet, en un acto muy emotivo en el que no faltó el alcalde, Pere Antoni y varios concejales, además del vicepresidente de la Asociación de familiares víctimas del franquismo de la fosa 112 y edil de Canet, Antoni Antoni.

Su nieta, Remedios Ferrer, fue la encargada de darle el último adiós a su abuelo, en un discurso muy sentido, donde desveló la impotencia que supone ver a tu ser querido lanzado en un agujero junto a decenas de cadáveres «amontonados como si fueran animales». 

También intervino el vicepresidente de la asociación, quien solicitó a la administración «más agilidad» en los trámites, y por último, el alcalde recalcó la necesidad de recuperar la memoria para no cometer los errores del presente

Mecánico de AHM, además de militante de la CNT, Brines fue apresado y trasladado a un campo de concentración hasta que un 9 de diciembre  fue fusilado y lanzado a la fosa 112 de Paterna.